martes, 13 de mayo de 2025

13 de MAYO   

VIRGEN DE FÁTIMA 

Reflexión de Fray Federico Allara O.F.M 


El amor no guarda nada para sí; quien ama no guarda su vida, es toda ella para la persona  amada.

Así es Jesús, todo Amor divino, expresión de Vida y de Presencia trinitaria, UNO con el Padre y con el Espíritu, que procede de su Amor eterno; no se guardó nada de Sí mismo.

De Él no podemos decir que nos dio de lo que tenía, porque no tenía donde reclinar la cabeza”; toda su Vida fue darse a Sí mismo; es signo del Amor, que es dar la vida, dar lo que uno es.

En la Cruz, desposeído hasta de la túnica, le quedaba lo más amado de su vida, su Madre, y nos la dio para que nunca nos sintamos desamparados.

Es suficiente la Misericordia de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero no olvidemos que, si por Gracia lo conocemos y lo creemos es porque Dios ha hecho historia con nosotros.

No aceptar conocer su Historia es poner niebla y hasta noche a nuestra fe.

No sigamos como los hijos de su Pueblo que, aferrados a la fe, que conocieron por las obras de Dios, no creyeron necesario aceptar las obras de Jesús.

Sin Jesús, Dios y Hombre verdadero, nuestra fe:

·       Desdice el Amor de Dios Uno y Trino.

·       Desdice que Dios en Cristo haya entregado su Vida por toda la Humanidad,

·       Desdice su Memorial, que nos mandó celebrar, hasta que vuelva, como testigos de su Vida.

·       Desdice a María como Madre, consuelo de los vivientes y refugio de esperanza.

Que María, amada y conocida desde tantas advocaciones y devociones, hoy, celebrada como Nuestra Señora de Fátima, nos lleve de la mano a Jesús.

¿Quién no honra y venera a su madre viva, o más cuando no se tiene?

Gracias Padre por haber dado a tu Hijo a María como verdadera Madre, para que nosotros pidiéramos ver y tocar la Humanidad de Cristo, ayer físicamente y hoy sacramentado.

Desde la fe sentimos el cuidado y la protección de la mano de María; desde su corazón, que guardaba lo que no entendía de momento para amarlo, meditarlo y ofrecerlo, así entiende nuestra vida, intercediendo como Madre para que, siempre sea la Luz del Espíritu la que nos conforme en la verdadera fe.

Sintamos que nuestra otra mano la lleva José porque, quien fue capaz de creer en Dios, aceptar la vocación de esposo de María y hacer de padre de Jesús en el tiempo, no deja a su esposa nunca, ni María a José, acompañándonos ambos en nuestra vida de peregrinos hacia el cielo prometido.

“Venid y vamos todos con flores a María  

   Federico  Allara


HIMNO A NUESTRA SEÑORA

VIRGEN DE FÁTIMA



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1 comentario:

Anónimo dijo...

De qué tenim por?
De qué desconfiem?
O és que no tenim cor?
A Jesús per Maria
A María pet Jesus!!!!
Pietat oh Dŕu vis que sou bo....