"ANDAD Y VED QUE OS ENVÍO
COMO CORDEROS EN MEDIO DE LOBOS"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar
Isaías 66, 10-14
Gálatas 6,14-18
Lucas 10,1-12.17-20
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DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO
DÍA 6 JULIO CICLO C
Es
una maravilla pensar que, un hombre
salió de Nazaret, solo, para devolverle al mundo la paz y la libertad. Este
hombre sólo podía ser Dios; lo era, “vino al
mundo como uno de tantos nacidos de mujer” para mostrar, con sus obras,
de dónde venía y Quién lo enviaba.
Fue
seguido en seguida por muchos, menos por los sabios y entendidos
porque:
1. De Nazaret, Galilea, “no podía salir nada bueno” y,
2. Sus palabras y su forma de actuar parecían
contradecir la Ley y el Templo.
Muchos
de los seguidores,
muy pronto, pasaron a ser discípulos.
-
Nos
dice el texto de hoy que “setenta y dos fueron enviados”.
Los números en la Biblia
hay que interpretarlos. En aquel
entonces eran setenta y dos las naciones que se conocían. Más tarde, a los
Doce, les dirá que vayan a bautizar por todas las naciones.
El significado es
que el Amor de Dios es para todos los seres humanos.
Jesús
enviaba a muchos
“convertidos en discípulos”; eran como Juan Bautista, iban delante “a los lugares donde
pensaba ir Él”
La
vida cristiana,
desde los inicios de Cristo, es
misionera; tiene el mandato de ir.
-
Ser
cristiano es
saberse enviado. ¿Dónde?
Donde es realidad nuestra
vida;
para ser vivida en misión de
servicio, de educación, e instrumentos de vida, de paz, de libertad y de amor.
“¡Poneos en camino!”; lo
tenemos que escuchar todos los bautizados, desde nuestra realidad de vida, sabiendo que somos enviados.
“Rogad al dueño de la mies (a su Padre)
que envíe obreros a su mies”
Siendo muchos los que le seguían “eran pocos”; ahora somos muchos
los bautizados, sin embargo “muy
pocos” los que conocen, creen y
aman a Cristo.
La evangelización o la recristianización, dentro de la Iglesia hoy, resulta tan difícil como lo fue en los tiempos
en que se abrió paso el cristianismo.
En aquel tiempo había “escribas” que lo sabían todo de Dios; y hoy son
muchos quienes se conforman con “vivir los bienes del cristiano sin Cristo”.
“Como corderos en medio
de lobos”
Así lo dijo Jesús y así es la situación del
mundo en cada momento de la historia cristiana; los lobos han descendido hoy al
campo de la vida social; ya no están en lugares extraños.
La vida cristiana siempre ha sido la de signo del “cordero” entre próximos y lejanos, que no
han entendido a Cristo, o lo han visto como un enemigo o represor.
La persecución sutil o manifiesta hoy está dentro
y fuera de casa, y siempre hecha realidad por sabios y entendidos,
sea desde el mundo religioso o
ideológico.
“No llevéis bolsa, ni
alforja, ni sandalias”
Unos y otros hemos revestido a Cristo de
nuestras sabidurías; convirtiendo la Verdad de Dios en nuestras
verdades, nuestra moral, nuestra predicación sectaria y, en este sentido,
ideológica; Pensemos que, para
predicar a Cristo sólo hace falta Cristo.
Lo cual no justifica ninguna falta de fe; siempre
ha habido buenos cristianos que, han predicado con su vida frente a
malos y falsos profetas.
“Cuando entréis en una casa,
decid primero: “Paz a esta casa”
Por ahí empieza la cuestión. ¿Con qué paz saludamos al prójimo?
CRISTO era y ES LA PAZ; su saludo era y ES LA VERDAD de su VIDA; por esto le seguían y le seguimos llenos de SU PAZ.
Nadie puede dar lo que no es.
Quien no vive en paz con Dios y el prójimo, que
no salude con la paz, porque dice la Escritura: “Cuando yo digo paz, ellos dicen guerra”.
“Comed lo que os pongan, hacía
lícitos todos los alimentos.
“Curad a los enfermos, no eran “milagros”, sino dones dados a los “enviados” haciendo
las obras de Jesús.
La curación del alma y su paz es “milagro
oculto”; la mejor de las curaciones.
“Si no os reciben…,
hasta el polvo de vuestra ciudad…,
nos lo sacudimos”
No es ningún signo de maldición, sino el del peligro
de rechazar el don de la fe.
Ellos volvieron con alegría al ver que todo
se les sometía en el Nombre de Jesús.
Jesús advierte que la alegría sea por
predicar de verdad y en verdad en su Nombre; no lo confundamos con la alegría
de un éxito que nunca sabemos.
Cuando cunde la desgana o el cansancio o
el sentimiento de ineficacia es signo de que buscamos éxito, y
no el descanso y la paz que Dios regala a quien se
confía a Él.
“Estad alegres porque vuestros nombres
están escritos en el cielo”
Desde el bautismo nuestro nombre lo puso Dios
y lo guarda el Corazón del Padre y, Pablo nos dice que “estamos con el Padre
en Cristo resucitado y ascendido”, pero esto, que es pura gratuidad de Salvación y de
Gracia, no es una plena garantía, porque a tal gratuidad, le
corresponde la aceptación de nuestra libre respuesta, con la celebración comunitaria-eclesial
de nuestra fe, según el mandato de Cristo, y la vida de relación con el prójimo
desde el amor a amigos y enemigos, dando vida, paz y consuelo a
semejanza de Jesucristo.
“Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo”. (S. Pablo, en Galatas 6,14-18)
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA