lunes, 21 de octubre de 2024

 ¡DICHOSOS SI DIOS 

NOS ENCUENTRA EN VELA!

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Efesios 2.12-22

Salmos 84

Lucas 12,35-38

Hay que estar preparados
35 “Estad preparados y mantened vuestras lámparas encendidas. 36 Sed como criados que esperan que su amo regrese de una boda, para abrirle la puerta tan pronto como llegue y llame. 37 ¡Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. 38 Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a medianoche o de madrugada"

 DÍA 22 OCTUBRE  CICLO  -B

Hemos sido creados libres, lo sabemos, pero no es fácil vivir en libertad.

Somos y tenemos más dignidad, valor y sentido humano como para hacer de la vida una pura arbitrariedad.

Vivir es un compromiso, independientemente de cuál sea la opción de vida; sea como sea la vida personal de cada uno, vivir es la respuesta que damos a la Humanidad y al Universo entero.

Vivir con responsabilidad es la parte que contribuimos al bien total.

Vivir de forma arbitraria es la inconsciencia del egoísta que no desea advertir que forma parte de la Humanidad y del Universo.

La vida es un deber de esclavitud en el sentido de experimentarse viviendo, que es más que una mera existencia; es cumplir con la realidad de cada día.

Esta esclavitud deja de serlo cuando se busca y se halla el sentido de la vida y se vive y se opta por él.

La liberación de cualquier esclavitud se halla si se vive amando lo que eres y lo que haces y lo que dices.

Sólo el amor es fuente de liberación y de sentido de la vida. Esto es

Tener ceñida la cintura y encendidas las lámparas”

Creyentes o no, la vida por sí misma es una exigencia que no entiende quien vive sólo para sí, convertido en un mendigo que nada sacia su vida.

“Estad en vela como los que aguardan a que su señor vuelva”

Nos lo dice el Señor.

Vivir humanamente es sentir el gozo de cumplir el deber de ser desde una libertad de sentido y, si ponemos el amor no hay temor a que vuelva el “señor de la exigencia”, o Dios el Señor.

No hay más satisfacción en la vida que sentir vivirla dando respuesta desde la referencia que pone luz potente y hace desaparecer la esclavitud.

“Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela”

Dejemos la vanidad y el orgullo porque, queramos o no, somos criados. Hemos venido al mundo a servir, creyentes y no creyentes.

Estar en vela es

·       Ser conscientes de que somos criados ante el “señor de la exigencia”

·       Somos individualidades en servicio común;

Y si somos creyentes hallamos el sentido de ser “criados, siervos”, en la Vida de Jesús, “que no vino a ser servido sino a servir y dar la vida en rescate de muchos”.

“Os aseguró que se ceñirá (Jesús, el Señor),

los hará sentar en la mesa y los irá sirviendo.

Desde la fe es así. “Quien no trabaja, que no coma” (Tes. 3,10).

El Calvario es Amor y Sacrificio convertidos en Mesa y Banquete para los creyentes como cumplimiento de sus palabras.

Jesús, ceñida la cintura nos sirve y alimenta nuestra fe dando sentido a servir con amor.

El gozo de saber que somos útiles sirviendo, desde la vida, es el banquete de ser humanos en servicio.

¡Dichosos si lo entendemos y lo vivimos!          

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Juan Pablo II, papa



RESPLANSOR DEL SOL ETERNO






domingo, 20 de octubre de 2024

 ¡DIOS NOS AYUDE A DISCERNIR 

QUÉ ES SER RICO!

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Efesios 2,1-10

Salmos 99

Lucas 12,13-21

El peligro de las riquezas
13 Uno de entre la gente dijo a Jesús:
–Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.
14 Jesús le contestó:
–Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
15 También dijo:
–Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende delj poseer muchas cosas.
16 Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. 17 El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ 18 Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. 19 Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ 21 Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios.”

DÍA 21 OCTUBRE  CICLO  -B

 Dios ha creado un Universo bueno;

En él tenemos lo necesario para vivir. Ello es la mayor riqueza a la que el ser humano, convencido, ha podido llegar.

 “Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia”

El Evangelio no es casuístico; nos ayuda a discernir el camino que conduce al bien de poder convivir en paz.

Teniendo esto claro no haría falta pedir limosna ni darla, porque tenemos medios para vivir bien toda la Humanidad por los siglos de los siglos.

El error en el discernimiento humano de ser rico es la causa de una Sociedad de tanta pobreza y miseria, en todos los aspectos, que nos denigran.

“Buen hombre, ¿quién me ha encomendado ser juez entre vosotros?”

Cristo ha sido y es mediador para convertir el corazón humano al deseo de un origen feliz; no para mediar en una causa que, sin Él no tiene solución.

“Mirad: guardaos de toda clase de codicia”

Esta frase vale para todos. Desde la mayor pobreza, incluso optada libremente, se puede vivir y desear cualquier cosa buena, que la codicia la convierte en mal.

“Aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”

Un ser humano espiritual se interroga sobre la riqueza. Qué es ser rico cómo puede vivir en paz y bien con el prójimo.

Este ser humano espiritual “no hace cálculos” porque sabe que, lo que tiene no es “para derribar los graneros y construirlos más grandes”, porque su espíritu le dice que lo que tiene no es del todo suyo.

No hace falta ser creyente para tener un espíritu sano que sabe discernir.

Lo importante es ser humanos valorando lo que tenemos, y ser fraternos con los que no tienen lo que nosotros poseemos y, quizás, no apreciemos ni estimamos.   

La persona con poca sensibilidad humana y espiritual tiende a decirse a sí misma:

“Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años;

descansa, come, bebe, banquetea alegremente”

El mundo, y para quien es del mundo, no hay más alma que la considerada para vivir un solo tiempo de la vida, piensa en saciarse de lo que tiene de forma inmediata.

¿Por qué tanta prisa?

Esto indica que se valora el tiempo sin discernir su verdad sobre la vida.  

El gozo entretenido por ver los bienes almacenados no es vivir lo eterno en el tiempo.

Su verdadero sentido es más trascendente, contemplado y medido desde el espíritu humano.

El alma es la vida que disfrutamos los seres humanos.

Decir vida es apreciar su valor, su trascendencia, su riqueza espiritual y su misterio.

Dios nos ha dado la vida y Dios no la reclama con la muerte, sino que es el medio por el que el ser humano llega al fin por lo que fue creado en cuerpo y alma. 

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Hilarión, abads. Hilarión, abad



NADA TE TURBE









sábado, 19 de octubre de 2024

"EL QUE QUIERA SER GRANDE ENTRE VOSOTROS 

SEA VUESTRO SERVIDOR"

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Isaías 53,10-11

Hebreos 4,14-16

Marcos 10,35-45

Jesús responde a Santiago y Juan
(Mt 20.20-28)
35 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron:
–Maestro, queremos que nos hagas el favor que vamos a pedirte.
36 Él les preguntó:
–¿Qué queréis que haga por vosotros?
37 Le dijeron:
–Concédenos que en tu reino glorioso nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
38 Jesús les contestó:
–No sabéis lo que pedís. ¿Acaso podéis beber esa copa amarga que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir?
39 Ellos contestaron:
–Podemos.
Jesús les dijo:
–Vosotros beberéis esa copa amarga y recibiréis el bautismo que yo voy a recibir, 40 pero el que os sentéis a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo. Les será dado a aquellos para quienes está preparado.
41 Cuando los otros diez discípulos oyeron todo esto, se enojaron con Santiago y Juan. 42 Pero Jesús los llamó y les dijo:
–Sabéis que entre los paganos hay jefes que creen tener el derecho de gobernar con tiranía a sus súbditos, y sobre estos descargan los grandes el peso de su autoridad. 43 Pero entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que quiera ser grande entre vosotros, que sirva a los demás; 44 y el que entre vosotros quiera ser el primero, que sea esclavo de todos. 45 Porque tampoco el Hijo del hombre ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos"

XXIX DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO -B

Is. 53,10-11

Es uno de los cánticos del Siervo de Yahvé.

No olvidemos que es una profecía de lo que le va a suceder al Mesías, que va a ser el Hijo unigénito del Padre, nacido de Santa María Virgen, el Cristo, Dios y Hombre verdadero.

La Humanidad de Jesús está sostenida por la Persona divina del Hijo, que permanece anonadado en la Humanidad de Jesús, Hombre verdadero.

Dios Padre no envió a su propio Hijo para ser triturado con el sufrimiento, ni tampoco la Humanidad con la que se reviste para ser verdadero Hombre,

 Fue enviado por Amor al vernos, a los seres humanos, perdidos irremisiblemente al haber optado por el Bien creado por encima de la amistad que Dios ofrece a la “persona creada a su imagen y semejanza”.

Hemos sido nosotros, los humanos de ayer, de hoy y de mañana, quienes sustituimos a Dios por el engaño de nuestras riquezas materiales o espirituales, como veíamos el pasado domingo.

Ayer,  las autoridades de su Pueblo creyeron haber terminado con quien decía ser Hijo de Dios,  que era Dios.

Hoy, cuando no se interpreta con fe la Muerte de Cristo en la Cruz, no se entiende la profecía de que Cristo, entregando su vida, expiaba nuestra culpa y nos reconciliaba con Dios.

De Dios nos llega su Amor; el sufrimiento de Cristo y los nuestros son creación de nuestra falta de amor a Dios y al prójimo.

La descendencia que ve Cristo es la de los justos que han creído y creemos hoy en el Sacrificio de su Amor; su alma ha visto la Luz y su vida se ha llenado de conocimiento.

“Mi siervo”, entendámoslo como la frase de María: “He aquí la esclava del Señor”.

La libertad divina y la nuestra, desde la fe, no conocen la interpretación negativa de ser siervos, sino el valor de reconocer el Amor del Dios trinitario y la realidad de nuestra condición humana.

¡Qué gran don reconocerse siervos del Señor!

“Mi siervo, mi Hijo amado en quien me complazco”.

 Reconociendo a Jesús de Nazaret, la Humanidad con que aparece la Persona divina del Hijo, el Cristo, que ha justificado a ellos de sus crímenes; el que ha justificado a toda la Humanidad.

Mc. 10,35-45

Una y otra vez nos hemos de preguntar ¿quién es Jesús?

Él quiso saber de sus discípulos qué pensaban y quién era para ellos. Es de suma importancia no quedar con que le conocemos y creemos.

 La pregunta de Jesús debe ser permanente en nuestro interior, como lo debe ser ante nuestros próximos si no queremos caer en rutina de lo más grande de la vida, como es la relación íntima con Dios y con el prójimo.

Cristo Jesús vino a cumplir hasta la última tilde de la Ley, pero su Vida ha demostrado que no fue un simple cumplidor de lo que los Profetas habían dicho sobre cómo iba a ser su Vida como Mesías.

Jesús es conocido como el "Siervo de Yahvé", pero también como el "Hijo del Hombre". Lo cual quiere decir que Jesús cumplió como siervo de Dios las profecías, pero las cumplió siendo Hijo del Hombre.

Jesús nació de una Mujer como todo ser humano, para llevar a su fin la obra de redención según la voluntad del Padre. Lo cual da una singularidad y una originalidad al cumplimiento de las profecías, porque Jesús no es un profeta más, sino el Hijo de Dios hecho Hombre, en quien tienen cumplimiento las profecías, desde la libertad del Hijo de Hombre que supera la Ley, por ser más que Moisés.

Jesús es el último revelador de la Verdad de Dios. En Él hallamos la plenitud de la Palabra hecha Camino, Verdad y Vida, sin esperar ninguna otra revelación.

¡Qué fácil es caer en la tentación del criterio del mundo, de seguir las reglas de las ideologías y de convertir la fe en una religiosidad de cumplimiento, donde molestan las palabras de los que hablan sin hipocresía de la realidad del mal, cuando conociéndolo o viviéndolo gusta verlo disfrazado!

Jesús había repetido muchas veces a sus discípulos, a los Doce y a todos los que le seguían, que debía ser condenado por las autoridades, ser crucificado y resucitar al tercer día.

Ellos no entendían lo de la resurrección y tampoco querían preguntar, sin aceptar que este Hombre bueno al que seguían podía ser condenado.

Cuando la incerteza es referencia de la fe los interrogantes son inoportunos.

“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir”

Muchas veces va unido implícitamente este sentimiento al acercarnos a Jesús. Deseamos vernos complacidos en nuestras peticiones.

Nos situamos por encima de la fe.

“Concédenos sentarnos en tu Gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”

Lo que se atrevieron a pedir Santiago y Juan era lo que deseaban todos; si no sentarse a la derecha o la izquierda, sí la pretensión de ser los primeros.

“Cuando los otros diez lo oyeron, se indignaron contra Santiago y Juan”

Puede que no hayamos pensado en el “lugar” a ocupar en el cielo.

¿Estamos seguros de no buscar los primeros puestos, de creernos superiores a otros, o de actuar con poder desde el lugar que debemos servir?

Meditemos y agradezcamos la gratuidad de la vida eterna y el regalo que Dios nos haya pensado y creado.

Nunca el ser humano debe tratar a Dios como a un igual.

Cuando vivimos la vida sacramental y la oración como práctica devocional es fácil no ser conscientes de la forma rutinaria que podemos tener al tratar a Dios.

Por esto Jesús nos responde:

“No sabéis lo que pedís”

Seamos agradecidos a lo que Dios nos da y a lo poco que nos pide para ser libres y felices en medio de un mundo que nos sumerge en una vida cada vez más inhumana e insegura.

Creer en Dios es aceptar lo que nos dice para vivir en paz, saber convivir y ser libres, pero el precio que hay que pagar pasa por la prudencia que Jesús nos advierte ante los poderosos del mundo, que se comportan como si fueran dueños teniendo a los demás bajo su poder.

“Entre vosotros no ha de ser así: quien quiera ser importante,

ha de ser vuestro servidor, y quien quiera ser el primero, ha de ser esclavo de todos.

Jesús no habla demagógicamente, pone su Vida como ejemplo.

“Como el Hijo del Hombre, que no ha venido a ser servido,

sino a servir a los demás, y a dar la vida como precio de rescate para todos.”

Creer en Dios y convertir nuestra vida a sus palabras no es cuestión de sentido común ni de buena voluntad, porque la palabra “esclavitud” entendida como “libertad” solo la podemos comprender desde la fe en el amor.

La libertad y la felicidad la han logrado los que se han fiado de Dios, los que han creído de verdad y se ha dejado guiar sólo por el Espíritu Santo.

Leamos en oración meditada la segunda lectura: Heb. 4,14-16

“Comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno"

 F. Allara

SANTORAL DEL DÍA 

s. María Bertilla Boscardin, virgen, de Vicenza



AMARTE A TÍ, SEÑOR