miércoles, 11 de junio de 2025

“LES HE DADO Y LES DARÉ 

A CONOCER TU NOMBRE

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Haz Clic en los textos para leer y orar)

Hebreos 2,10-18

Juan 17,1-2.9.14-26

17 Jesús ora por sus discípulos
Habiendo dicho estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: “Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo autoridad sobre todos los hombres, para que dé vida eterna a los que le confiaste.
“Te ruego por ellos. No ruego por los que son del mundo, sino por los que me confiaste, porque son tuyos.
14 Yo les he comunicado tu palabra; pero el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. 16 Así como yo no soy del mundo, tampoco ellos son del mundo. 17 Conságralos a ti por medio de la verdad: tu palabra es la verdad. 18 Como me enviaste a mí al mundo, así yo los envío. 19 Y por causa de ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.
20 “No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oir el mensaje de ellos. 21 Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa como tú y yo somos una sola cosa: 23 yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno y así el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas como me amas a mí. 24 Padre, tú me los confiaste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la creación del mundo. 25 Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. 26 Les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.”

DÍA 12 JUNIO  CICLO  -C

    Cuando adoramos al Santísimo hacemos dos advocaciones, una al Nombre de Dios y otra al Nombre de Jesús:

·       ¡Bendito sea el Nombre de Dios!

·       ¡Bendito sea el Nombre de Jesús!

Dios, el Dios que ha salido de sí mismo para poder ser conocido, tiene Nombre: PADRE HIJO Y ESPÍRITU SANTO; Dios Uno y Trino, que celebraremos el domingo como Santísima Trinidad.

Nunca la razón hubiera podido pensar y razonar al Dios revelado.

La Trinidad es motivo de agradecimiento:

1.     El Antiguo Testamento no pudo alcanzar a reconocer a Dios en su propia identidad,

2.    Sólo la aceptación de la fe nos permite tener la garantía de ser creyentes.

¡Bendito sea su Santo Nombre!, que nos educa progresivamente en la fe.

El conocimiento que tenemos de Dios es por Jesús, Dios y Hombre verdadero

-        Es Jesús quien nos ha dado a conocer la Verdad y la identidad del Dios de nuestra fe.

-        Es Jesús quien nos garantiza la salvación, que es más que creer en la inmortalidad.

Fe en Él es aceptar libremente su Vida, por el Espíritu Santo.

De ahí también, ¡Bendito sea el Nombre de Jesús!

“Yo les he dado tu palabra”

La PALABRA de Dios es su HIJO, que por Amor del Padre fue encarnado en el seno de María, por el Espíritu Santo; se hizo Hombre para que, nosotros podamos ver y tocar a Dios en la Humanidad de Jesús.

No hay ninguna complicación ni misterio oculto en el contenido de la fe, que Dios nos invita a razonar; donde no cuadra la credibilidad es donde se hace de la fe lo que entra sólo por el entendimiento de la razón.  

El Papa Benedicto XVI dijo: “Dios no puede dar más de sí mismo”

“No ruego que los retires del mundo”

Ni nos hemos de retirar del mundo ni nos hemos de encerrar en una exclusiva “espiritualidad de templo y de grupo”, porque estamos llamados a ser testigos de la fe y, no lo somos si no profesamos el Credo.

“Ruego también por los que crean en Mí 

por la palabra de ellos”

Este es nuestro Dios omnipotente; creer en Él es un bien para nosotros.

Nuestra fe no aumenta nada en Él; sin embargo, desde su omnipotencia, desea que seamos testigos de su Verdad los unos para los otros; por lo que, la fe también pasa por la mutua credibilidad o la negación de la palabra de verdad del prójimo; así de lógica y humana es la fe en el Dios revelado.

“Yo en ellos y tú en Mí, 

para que sean completamente uno”

Con Cristo resucitado estamos con Él en Dios y, Él con nosotros en la tierra.

¡Qué sencilla y lógica es la fe!; ¡Qué compleja la razón y el corazón, con sus propias razones, cuando arreglan la fe o cuando niegan su Credo!       

Federico Allara


JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

(Clic en el nombre)


A TU LADO QUIERO PERMANECER






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