“AL ENTRAR EN UNA CASA,
SALUDAD CON LA PAZ”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar)
2 Corintios 3,4-11
Mateo 10,7-13
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DÍA 11 JUNIO CICLO -C
Era el saludo habitual de Jesús. Lo podía hacer y lo hacía porque Él ES la PAZ, como era y ES LA VERDAD. En Jesús, dar la paz, no era un simple saludo.
Sólo
en Él fue realidad que, sus palabras eran
lo que era su Vida.
· Saludar con la paz era
ver en Él un estado íntegro de vida de
paz.
·
Anunciar
la Verdad
era ver en Él la integridad de un
hombre de paz que era verdad.
Nadie
da lo que no tiene.
No pretender vivir la paz y la verdad en nuestra vida es la manera de dar al
prójimo lo que no es verdad.
El mundo entiende
la paz como fruto de haber terminado la guerra; por esto el mundo
nunca puede saludar con la paz, porque donde hay vencedores hay vencidos
y donde hay poder hay esclavos.
Quien
se queja del poder establecido, sea del orden social, político o
religioso, parece desear un poder que libere, cosa imposible en ningún estado
de poder; por esto, quien hace crítica del poder que sea, expresa implícitamente el deseo de estar
en el poder para ser lo mismo que critica.
Jesús
educaba
a sus discípulos a no llevar nada y a ocupar el último lugar.
¡Qué
difícil es saludar con la paz evangélica y creer el Evangelio de Jesús!
“Saludad con la paz”
“Con la paz” es manifestar que, en nuestro interior, tenemos
la paz.
·
Francisco de Asís oraba: “Señor, haz de mí un instrumento de Paz”.
“Ser instrumento de paz” es:
- No
saber lo que es el odio, la venganza, la memoria de quien nos hace mal.
- “No luchar” por una paz personal o de clase.
- Evitar
toda ofensa que cause división siguiendo la voz del Espíritu que armoniza el caos, la confusión
y el error, para ser luz y,
nunca causa de sombrear los espíritus, y menos los de los niños y los
sencillos, para no ser creadores de
desesperación en la vida del prójimo.
- Positivamente es amar, perdonar, unir, ser verdad, causar esperanza, alegría y, luz donde
hay dolor y tristeza.
Decía el Papa Francisco: “Con Dios no se
negocia”
- Evitemos lo que circula sobre “enviar
algo a un número de personas con promesa” de recibir algún bien”. Esto
es negociar con nuestro Dios, que nos lo ha dado todo; “y no esperemos
nada más”, dice S. Juan de la Cruz; no
hay más Bien que la gratuidad del Amor de Dios, Uno y Trino.
“Cuando entréis en una ciudad o aldea,
averiguad quien hay allí de confianza
y quedaos en su casa”
Es Dios quien se ha fiado de nosotros,
como dice S. Pablo: “Se fio de mí”, y se ha quedado en nuestra
“casa”.
Como creyentes estamos llamados a amarnos y a
perdonarnos.
Es una manera de interpretar la verdad del amor; sentirnos habitados para hacer realidad “ser instrumentos de paz”
Sólo la verdad del amor hace posible habitar en “tu casa” y crear espacios de confianza donde sea posible la paz y la consolación del alma.
Federico
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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