viernes, 13 de junio de 2025

“A VOSOTROS OS BASTA DECIR SI O NO”

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Haz Clic en los textos para leer y orar

2 Corintios 5, 14-21

Mateo 5,33-37

4. El juramento
33 “También habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No dejes de cumplir lo que hayas ofrecido bajo juramento al Señor.’ 34 Pero yo os digo que no juréis por nada ni por nadie. No juréis por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni siquiera juréis por vuestra propia cabeza, porque no podéis hacer que os salga blanco o negro ni un solo cabello. 37 Si decís ‘Sí’, que sea sí; y si decís ‘No’, que sea no. Lo que se aparta de esto, es malo.

DÍA 14 JUNIO  CICLO  -C

¡Qué sabio era Jesús! La Sabiduría es un atributo divino. El Ser de Dios permanece inaccesible aun después de ser revelada su identidad.

La Sabiduría la ven con facilidad los que la aman y quienes la buscan la encuentran, meditar sobre ella es prudencia consumada” (Sb 6,12-16)

¡Cuántas promesas, cuántos juramentos y cuánta palabrería sobrante!

La Verdad es una Presencia divina que no necesita palabras.

Yo Soy la Verdad” no lo entendió Pilatos ayer ni lo entiende el mundo hoy. La Verdad se intuye, se contempla, se escucha, se cree y se ama.

Cuando al razonar le siguen muchas palabras o juramentos, para convencer que es verdad lo que se dice, se revela la diferencia que existe con la Verdad.

El amor vivido da un saber capaz de discernir las palabras, las promesas y las presencias, que intentan convencer, sobre todo, de lo que no es verdad.

Los Santos, que han tenido la Gracia de discernir el interior de las personas, son sencillos y humildes seres humanos que han amado mucho a Dios, que les da “saber del espíritu” sin necesidad de estudios que, siendo necesarios, no siempre son ayuda eficaz para el discernimiento interior de las personas.

“No jurarás en falso y cumplirás 

tus juramentos al Señor”

Jurar para ser creídos es revelar la poca consistencia de la verdad; jurar en falso es añadir gravedad a la mentira.

Es absurdo jurar y desear cumplir lo prometido al Señor.

¿Qué se le puede prometer a Dios?

Sabemos lo que le dijo Dios al Profeta Natán cuando David quería construir un palacio para colocar el Arca. Le recordó a David de dónde procedía.

La criatura no puede ofrecer nada al Creador. Si en un momento de angustia has prometido algo y después ves que no lo puedes cumplir, ve al sacerdote.

En Dios sólo cabe confiar porque su Amor es de eterna Misericordia.

Por esto Jesús añade:

“No juréis en absoluto”

No somos dueños de la vida ni de nada; no podemos volver blanco o negro un solo cabello”, nos dice el texto, dándonos a entender que, todo lo que somos se lo debemos a Dios, a quien se lo hemos de agradecer.

“Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no”

La vida, si lo pensamos bien, se reduce a un sí o a un no.

María, ante el Anuncio de su vocación, sólo podía pronunciar un sí o un no.

Pensar que cabe algo bueno y verdadero, fuera de lo que la vida nos pide, es un engaño; y un engaño es una mentira que, a veces, aceptamos cuando nos resistimos al sí o al no.

Este es el sentido que Jesús le da cuando dice,

“Lo que pasa de ahí viene del Maligno”, 

que es el padre de la mentira.

¡Cuánto dolor podemos llegar a vivir por no haber dado un sí o un no!

La exigencia del amor, de la fe, de la vida no tienen término medio.            

Federico Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Eliseo, profeta



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