sábado, 14 de junio de 2025

EL SER DE DIOS SE NOS HA REVELADO UNO Y TRINO 

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

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Proverbios 8,22-31

Juan 16,12-15

12 “Tengo mucho más que deciros, pero en este momento sería demasiado para vosotros. 13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye y os hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él me honrará, porque recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer. 15 Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso os he dicho que el Espíritu recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer.

SOLEMNIDAD SANTÍSIMA TRINIDAD

CICLO  -C

¡Qué decir de la Santísima Trinidad!

Gracias, gracias, gracias, Señor Dios omnipotente, que en vuestro abismo de Amor habéis creado al ser humano a vuestra imagen y semejanza.

·       ¿Qué sería el ser humano con la experiencia de verse solo en el mundo?

No hay experiencia de tal soledad. Aunque así lo piense el no creyente; en el fondo de su espíritu hay una resonancia, aunque sea inconsciente, de no estar solo. Es como el niño que no ha conocido a sus padres, pero sabe que han existido, porque se contempla vivo y no se ha dado él la existencia.

·   ¡Qué poco agradecidos somos ante la realidad de lo que Dios nos ha dado!

No basta con decir que somos creyentes.

Pienso que nos hemos atribuido demasiadas formas de pretender vivir la fe.

La Iglesia está llena de protagonismo personal viviendo la fe en Dios.

Jesús, fiel al Padre, no ha tenido otra forma de vivirla que, la humildad que oculta el “yo”: “Todo lo que os digo no es mío, sino lo que he oído a mi Padre” y, viviendo y orando por la unidad.

No podemos decir, objetivamente, que creemos en Dios si no aceptamos su Revelación.

·  El Único Dios Verdadero ha salido de sí mismo para que, el ser humano no tenga que esforzarse en su mente y su corazón, y no espere de la ciencia, ni de nadie, poder hallar lo que no está a su alcance.

·  Sustituirle con una fe subjetiva es una forma sutil de no aceptar al Dios que, como dijo el Papa Benedicto XVI, “no puede dar más de sí mismo”,.

La fe no es subjetiva, porque lo que creemos, además de aceptar el don de Dios, se apoya en hechos históricos que muchos han vivido, cambiando su vida y dándola con amor como testigos de que su experiencia era real.  

-   La Fe en la Santísima Trinidad es “expresión hecha Credo” por la experiencia histórica de Jesús revelando:

- A Dios Padre, revelándose como Hijo de Dios y enviando el Espíritu Santo. 

No hay inteligencia, y menos cualquier creencia, que pueda imaginar el Ser de Dios como se nos ha Revelado Uno y Trino.

La Santísima Trinidad es un misterio para quien no acepta que, ha sido Dios quien, por medio de su propio Hijo, en la plenitud de los tiempos, nos la ha revelado.

Creer en Dios, Uno y Trino, es vivir de esta fe y ser agradecidos toda la vida, sin pedir nada más.

Así es de sublime la Revelación de la Identidad Divina de nuestro Dios que, ya no es misterio porque nos ha abierto la puerta de su hogar para entrar y conocer la Luz, que ilumina para ser conocido por nuestro espíritu.

No queramos disfrazar la realidad de la soledad, en medio del Universo, buscando con mente, corazón y ciencia, lo que Dios nos da gratuitamente.

Basta aceptar, creer y amar a Dios que, por Amor, ha querido dejarse ver y tocar, en la Humanidad de Jesús, dejando sus huellas en el corazón de cada ser humano.

Esta Presencia es la que permite hasta “poder vivir como si no estuviera”, como he dicho anteriormente porque, la experiencia de la soledad del ser humano, “solo” en el mundo, no existe.

El ateísmo y, las múltiples formas de vivir la fe, no aceptando el Credo, son afirmación de Dios-Señor más fuerte que la soledad humana.

Conocer y aceptar a Dios, en su Ser Uno y Trino, es suficiente para crear una espiritualidad que, puede terminar la vida del ser humano sin haber sacado, de esta Revelación, todo lo que ella le dice al alma de cada uno.

Saber quién es Dios, porque Él nos lo ha dicho, es suficiente para vivir nuestro espíritu con la luz suficiente, que disipa toda tiniebla y toda duda hasta el punto de que, no hace falta pensar en todo lo que ha dicho y hecho Jesucristo para decir que, “no esperemos nada más” porque “el Padre nos lo ha dicho todo en Jesús de Nazaret”, sino que basta creer:

-      Que Dios es Padre,

- Que su Hijo nos ha salvado con su Redención, habiéndonos reconciliado con Él

-    Y agradecer al Espíritu Santo, que nos da el conocimiento, a nuestra medida, de la identidad de nuestro Dios para vivir en paz, y crecer desde una espiritualidad agradecida.

Es sublime vivir sabiendo que conocemos el Nombre de Dios.


Juan 16,12-15

“Muchas cosas me quedan por deciros”

Esta es la vida de fe, la espiritualidad y oración de un creyente; escuchar la voz del Espíritu Santo que nos da a cada uno saber de Jesús y la “comunicación de lo que ha de venir”, que no es esperar nada más que lo prometido por Jesús: nuestro destino eterno y su venida al final de los tiempos.

Repito lo de muchas veces: ¡Qué sencilla es la fe!, que nos sitúa en cada presente para vivir lo eterno en cada tiempo y sin estar pendientes de profecías de futuro; porque en el Don de la Trinidad, por Cristo y el Espíritu Santo, tenemos a Dios en presente, conociendo el pasado y el futuro sin otra magia que la fe.

Que el Espíritu Santo nos guíe hasta la Verdad plena”.

Este es el saber que trasciende la inteligencia (Prov. 8,22-31).

En virtud de la fe, estamos en paz con Dios (Rom.5,1-5)                    

Federico Allara


GLORIA A LA SANTÍSIMA TRINIDAD




 

  

 

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