martes, 8 de abril de 2025

TENEMOS UN SOLO PADRE: DIOS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Juan 8,31-42

Los hijos de Dios y los esclavos del pecado
31 Jesús dijo a los judíos que habían creído en él:
–Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
33 Ellos le contestaron:
–Nosotros somos descendientes de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú que seremos libres?
34 Jesús les dijo:
–Os aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado. 35 Un esclavo no pertenece para siempre a la familia, pero un hijo sí pertenece a ella para siempre. 36 Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres. 37 Ya sé que sois descendientes de Abraham, pero queréis matarme porque no aceptáis mi palabra. 38 Yo hablo de lo que el Padre me ha mostrado, y vosotros hacéis lo que vuestro padre os ha dicho.
39 Dijeron ellos:
–¡Nuestro padre es Abraham!
Pero Jesús les respondió:
–Si de veras fuerais hijos de Abraham, haríais lo que él hizo. 40 Pero a mí, que os digo la verdad que Dios me ha enseñado, queréis matarme. ¡Y eso nunca lo hizo Abraham! 41 Vosotros hacéis lo mismo que vuestro padre.
Dijeron:
–¡Nosotros no somos unos bastardos! ¡Nuestro único padre es Dios!
42 Jesús les contestó:
–Si Dios fuese de veras vuestro padre, me amaríais, porque yo, que estoy aquí, vengo de Dios. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me ha enviado.

DÍA 9 ABRIL  CICLO  -C  

La Palabra de Dios de estos días es una repetición del diálogo de Jesús con los letrados y fariseos. Son textos en los que Jesús expone claramente quién es, de dónde viene y adónde va.

Mis reflexiones son también un diálogo desde su Palabra; en ella Jesús aclara la Verdad ante “la verdad” de los judíos, que creen en el mismo Dios y no aceptan lo que Él les revela, juzgándole que va contra el Dios verdadero.

Si no aceptamos a Jesús no llegaremos al discernimiento de lo que es propiamente la fe, que es creer lo que no podemos conocer de Dios, pero que Él mismo nos lo revela -como decía en la meditación de ayer-.

Jamás mi comentario es un juicio de las creencias de cada persona.

Los tiempos en que vivimos son de sincretismo y relativismo, lo cual sí que motiva a que, cada uno demos razones de nuestra fe para un diálogo positivo y posible; pues desde el sincretismo no puede existir un verdadero diálogo.

“Tenemos un solo padre: Dios”

Lo difícil del diálogo es que sea posible desde la paz de querer ver que, hablando del mismo Dios podemos vivir sinceramente desde una diferencia esencial que, solo la fe en la Vida y las palabras de Jesús nos lo aclaran para sentirnos hermanos, unidos en el conocimiento del mismo Dios que, sin Jesús, nos separa.

Los dialogantes con Jesús afirman que, tienen un solo padre, Dios. Es el punto donde son muchos los que lo creen.

Jesús ha sido enviado para decirnos que es verdad esta fe en Dios; su Vida es una revelación de que podemos decir padre en mayúscula; el Dios de muchas creencias verdaderas es realmente Padre; y Jesús es el Hijo, que nos lo viene a decir para poder rezar con certeza: Padre nuestro

“Jesús dijo a los judíos que habían creído en él:

–Si os mantenéis fieles a mi palabra, 

seréis verdaderamente mis discípulos; 

conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres.”

Es maravilloso ver a Jesús como hace posible que, nosotros podamos discernir la Verdad estando en situaciones diferentes, no para discutir, y menos para quedarnos en nuestras verdades.

Doy gracias a Jesús porque lo veo hecho Hombre, humilde, capaz de entrar en diálogo con sus perseguidores, que lo hacen en Nombre del mismo Dios; nosotros podemos pasar de “decir que tenemos a Dios como padre”, en minúscula, porque no lo conocemos, a poder decir: ¡Padre!, en mayúscula, teniéndolo como Padre común por la Vida de Jesús, que es capaz de morir por decirnos la Verdad de Dios.

Jesús y los letrados, aunque lo perseguían, hablaban del mismo Dios desde lo que cada uno conocía en verdad.

“Si Dios fuese de veras vuestro Padre, 

me amaríais, porque yo, que estoy aquí, 

vengo de Dios. No he venido por mi propia cuenta, 

sino que Dios me ha enviado”

Hoy no podemos estar seguros, ni conformarnos, de que hablamos del mismo Dios.

El Dios de la Ciencia, o el de la energía no es padre.                         

 Federico   Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Liborio, obispo de Le Mans



DIOS FIEL 




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