¿DECÍS “BLASFEMAS” PORQUE HE DICHO “SOY HIJO DE DIOS”?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 10,31-42
DÍA 11 ABRIL CICLO -C
Sigue el diálogo con los judíos, que “no
es diálogo”; porque dialogar es escuchar
y ver las razones expuestas para aceptar lo
que se dice.
Jesús escucha y responde a lo que se le
dice o hace, mientras que, sus interlocutores han
ido a Él con prejuicio de que blasfemaba,
por tanto, desde el principio no eran
capaces de poder escuchar.
Primera cuestión que nos plantea el
texto:
¿Cómo vamos a Jesús?; porque tal como vamos “damos y
recibimos”.
-
Hay quien no va; porque “su vida es más que un prejuicio”:
Dicen que Jesús no es Dios.
-
Hay quien va “con prejuicios”, como sus interlocutores, y no escuchan.
-
Hay quien va a escuchar;
entonces Dios ayuda al
discernimiento y a ver que, sus palabras
no son blasfemias, sino luz para el espíritu que desea saber de la Verdad; y pueden pasar
tres días sin comer; con solo el
alimento de escuchar a Jesús.
Los judíos agarraron piedras para
apedrear a Jesús. Se hacía morir a pedradas a los que
adulteraban la Ley.
“Os he hecho ver muchas obras buenas
por encargo de mi Padre:
¿por cuál de ellas me apedreáis?”
No te apedreamos por una obra buena,
sino por una blasfemia: porque tú,
siendo hombre, te haces Dios”
Reconocieron,
incluso cuando lo condenaron, que todo lo había hecho bien. Son muchos
los que aceptan a Jesús como hombre bueno;
no hace falta la fe para reconocerlo.
¿Cuántos
seres humanos hoy siendo hombres se
consideran dioses y, si tienen poder,
actúan como no lo hace Dios?
Los
que acudían a Jesús tenían medios para
ser prudentes ante Él
porque conocían las Escrituras que,
bien interpretadas, hablaban de un
Mesías que tenía que padecer como siervo
de Dios.
Lo que
sorprendía
ayer y sorprende hoy es lo que
piensan: “siendo
hombre”
“Si no hago las obras de mi Padre,
no me creáis, pero si las hago,
aunque no me creáis a Mí,
creed a la obras, para que sepáis que
el Padre está en Mí, y Yo en mi Padre”
Decir
no a Jesús es desconocer las obras o, peor, negarlas. ¡Qué
extraño proceder!
-
Seguimos
o creemos a nuestro “yo”, o a seres humanos que, han actuado o escrito como dioses “sin ofrecernos nada”.
Cristo
resucitado ha hecho “Memorial de su
muerte y resurrección” en la Eucaristía.
Nadie
vio ni tocó a Dios pero, ser testigos de
su muerte y resurrección,
comprobada pragmáticamente con sus ojos y sus manos, les permitió poder decir: “Señor mío y Dios mío”, como
lo decimos con fe ante el pan y vino consagrados que, sin ver ni tocar a Dios, creemos
en su Presencia real espiritual resucitada; y no repugna a la razón, sino que es Luz que distingue la fe de lo que no lo es, y la inmortalidad de
la salvación.
“Juan Bautista no hizo ningún signo;
pero todo lo que Juan dijo de este era verdad”.
Y
muchos creyeron en Él.
Para
un diálogo entre quienes saben escuchar y buscan la Verdad.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Estanislao, obispo de Cracovia y mártir
DESPIERTAME
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