domingo, 16 de marzo de 2025

LA MISERICORDIA 

ES EL ROSTRO DE DIOS

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 6,36-38

3Sed compasivos, como también vuestro Padre es compasivo.
No juzgar a otros
(Mt 7.1-5)
37 “No juzguéis a nadie y Dios no os juzgará a vosotros. No condenéis a nadie y Dios no os condenará. Perdonad y Dios os perdonará. 38 Dad a otros y Dios os dará a vosotros: llenará vuestra bolsa con una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Dios os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás.”

DÍA 17 MARZO  CICLO  -C  

Lo más maravilloso de la vida del ser humano está en lo que no se puede demostrar. Toda la vida del espíritu, vivida y comunicada, exige ser creída. Es así en lo más cotidiano de nuestra vida y en las cosas de Dios.

Los esposos os amáis porque creéis en las actitudes, las palabras y los gestos que garantizan en vuestro espíritu la verdad del amor. Lo mismo entre amigos; y debería ser entre todos los seres humanos.

Lo que faltan son gestos, palabras y actitudes para que, a nivel humano, tengamos fe en el hermano, porque el amor es indemostrable; sólo creíble.

·       No queramos comprobar el amor que nos da el prójimo gratuitamente.

Querer comprobarlo es negarse al amor, porque amar es cuestión de fe; y mal nos va cuando queremos probar la fe, porque demostramos tener un corazón egoísta que no da el sin tenerlo garantizado y comprobado.

No sabe el egoísta que, la fe y el amor son tan dignos y libres, que no se venden; antes bien se ocultan a quienes los quieren tener garantizados y seguros.

Hoy Jesús nos pide más que amor.

“Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”

Si amar no es fácil ni entenderlo, mucho más conocer, creer y practicar la misericordia.

El amor que Dios nos pide, en Jesús, llega hasta el enemigo, perdonándolo y rezando por él.

Esto no lo exige el sentido común, ni la religiosidad subjetiva, ni el pensar filosófico, aunque se ponga el amor en el vértice de la virtud.

Si alguien llega a amar así debería ser motivo de interrogación para el espíritu humano que lo experimenta, porque no es común ver amar así.

Si aceptamos que ésta ha sido la Vida de Jesús, ¿qué esperamos más?

¿Qué garantía le pedimos de más a Jesús cuando, por este Amor fue condenado a morir en Cruz y, desde ella, nos amó, justificó y perdonó?

¿Me puedes demostrar que todo es un mito?

Jesús nos aclara el amor y la misericordia.

“No juzguéis, y no seréis juzgados; 

no condenéis, y no seréis condenados; 

perdonad, y seréis perdonados”

¡Qué fácil es hacer juicio!, incluso involuntario; somos muy rápidos en ver y juzgar lo que no nos agrada de los demás.

El hombre moderno no tiene necesidad de que Dios le diga lo que es justo, amor y misericordia; se basta a sí mismo para justificar sus juicios sobre Dios y del prójimo, sus condenas y sus razones para no perdonar ni olvidar.

“Con la medida con que midiereis se os medirá”

“Dad y se os dará: 

os verterán una medida generosa, 

colmada, remecida, rebosante”

No es la promesa divina a quienes son misericordiosos, sino la medida con que nos creemos amados por Cristo crucificado, siendo enemigos.

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Patricio, obispo, 

apóstol de Irlanda



COMFITEMINI DOMINO




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