“TÚ ERES PEDRO. SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Mateo 16,13-19
DÍA 22 FEBRERO CICLO -C
¡Qué
gusto da hablar de la Iglesia! pero, a su vez, poder
decir algo en tan pocas líneas no es fácil.
Decir
“Iglesia” es expresar la larga historia de dos mil años de sucesión de Cristo, que
no es fundador, sino el que cumple
las Promesas de Dios llevando a
su plenitud la Revelación, cumpliendo la Ley dada a Moisés, cauce
de la fe iniciada desde Abrahán.
Sólo
la palabra “apóstol” requiere largas
páginas de explicación; Jesús no fue quien diera este título. Sin embargo no se
puede negar que separó y eligió a Doce
como sus primeros discípulos.
“Él hizo que fueran
Doce (Mc. 3,1s)
Existe una institución que permite
conocer a testigos como Judas y Matías.
Hablar de los apóstoles de la Iglesia no es hablar de los Doce, ya que el título de apóstoles es dado a
través del tiempo a los discípulos testigos de Cristo.
El mismo Pablo, que no conoció a Jesús, es llamado apóstol.
·
Una cosa es el apostolado y otra la sucesión apostólica.
Todos hemos de ser apóstoles, es
decir, testigos de Cristo;
pero lo que nos interesa como garantía
de nuestra fe es la sucesión apostólica.
·
Las Comunidades, que se creaban, tenían conciencia de ser continuadoras
de la Vida de Cristo y, esta garantía la vemos concretada en los
obispos.
Estas Comunidades, que
se extendían, se consideraban tener
como origen el núcleo apostólico de los Doce y su sucesión en los
obispos.
Así vemos en el libro de los Hechos de los
Apóstoles cómo, los nuevos creyentes, se adherían
a la primera Comunidad.
El libro del Apocalipsis (21,12ss) muestra la Jerusalén celestial edificada
sobre doce piedras donde están escritos los nombres de los Doce apóstoles.
·
El apostolado nace en Pentecostés y,
la apostolicidad une la Jerusalén
de la Pascua con la Jerusalén celestial.
·
Apostolado es
servir a Cristo siendo testigos
de la Buena Noticia; pero lo que importa es saber de dónde procedemos y
cómo somos sucesores de lo que Cristo inició.
Los Doce y Pablo viven dos momentos diferentes:
1. Pensando
en la inminencia de la vuelta de Jesús.
2. Ven que se les acaba el tiempo
por ser perseguidos y martirizados.
Y, precisamente, ante la amenaza de
divisiones y de falsas doctrinas establecen las formas de garantizar la Verdad de Cristo hasta que
vuelva.
Lo cual, no
da pie a poder decir que, la
garantía de la continuidad es obra de hombres, cuando
éstos son los elegidos por Cristo, como piedra, donde se garantiza la
Verdad de Cristo revelador del Padre.
“Yo te digo que tú eres Pedro,
y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia;
y el
poder del infierno no la derrotará”
No es la Escritura sola la que nos da pie a conocer la Verdad desde la primera Comunidad, sino con la Tradición y el Magisterio.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
FIESTA DE LA CÁTEDRA DE S. PEDRO
JESÚS
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