¿TAMBIÉN VOSOTROS
SEGUÍS SIN ENTENDER?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Marcos 7, 14-23
14 Luego Jesús llamó a la gente y dijo: –Escuchadme todos y entended: 15 Nada de lo que entra de fuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que le hace impuro. [ 16 ] 17 Cuando Jesús dejó a la gente y entró en casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. 18 Él les dijo: –¿Así que vosotros tampoco lo entendéis? ¿No comprendéis que ninguna cosa que entra de fuera puede hacer impuro al hombre? 19 Porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y después sale del cuerpo. Con esto quiso decir que todos los alimentos son puros, 20 y añadió: –Lo que sale del hombre, eso sí le hace impuro. 21 Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, 22 los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. 23 Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre" |
DÍA 12 FEBRERO CICLO -C
El
Evangelio es nuevo cada día que lo abrimos. Podemos bien decir
que, en la medida en que nos habituamos a escucharlo, vamos descubriendo que la Palabra no
envejece, que conocemos su novedad y que nos
sorprende la nueva luz de lo leído mil veces; sacamos vino nuevo de un odre que nunca envejece.
Lo
contrario es, cada vez, más rancio el vino, para concluir lo que Jesús les
dijo a sus discípulos; porque también
nosotros seguimos sin acabar de entender.
La
humildad es la que hace sabios.
“Sus discípulos le
pidieron que les explicara la parábola”
¿Leemos el Evangelio?
¿Qué hacemos por conocer a Jesús?
¿A quién acudimos, o dónde vamos, para resolver nuestros interrogantes, sea de cosas de fe o simplemente
humanas?
“Nada que entre de fuera puede
hacer impuro al hombre”
Hay algo que debemos tener en cuenta al escuchar de Jesús, que “nada de fuera
hace impuro al hombre”, y es tratar de ver cómo es nuestra
educación.
Nuestra manera de comportarnos, ante todas y cada una de las situaciones en
que la vida nos presenta, con nuestra
actitud educada o maleducada, tiene relación con todo lo que está fuera: criaturas, alimentos
y, sobre todo, personas.
·
La educación ayuda a vivir reconciliados con los alimentos, las criaturas y el
prójimo. La mala educación hace daño desde fuera. En la mesa, en la
calle, en el hogar “es lo de fuera”, que somos
nosotros, con nuestra presencia,
quienes podemos cuidar o dañar la convivencia desde nuestra manera de
comportarnos.
·
El procedimiento para madurar en el espíritu, y desde la vida espiritual, es revisar cómo es nuestra presencia
allí donde habitual o casualmente estamos.
“Sus discípulos le preguntaron
sobre esta enseñanza.
Él les dijo:
¿Así
que vosotros tampoco lo entendéis?
Es fácil de entender; pero hoy, tal vez, es por donde hemos de
empezar si creemos que no estamos solos en casa y fuera de casa, sino
que el prójimo existe y también los próximos del hogar y de la
vida comunitaria.
El texto nos invita a conocer nuestro corazón:
“De dentro del corazón del hombre salen
los pensamientos perversos,
las fornicaciones, robos, homicidios,
adulterios, codicias, malicias, fraudes,
desenfreno, envidia, difamación,
orgullo, frivolidad.
Con esta parábola, explicada, Jesús daba respuesta al Génesis cuando
vemos que, ante la realidad del acto de libertad, que opta por
desobedecer, cada uno echa la
culpa al otro.
Sabemos que existe lo enumerado, y sigue
siendo habitual echar la culpa fuera. Esto es peor que ser mal educado; es tener
malo el corazón.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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