JESÚS INVITADO
A UNA BODA
EN CANÁ DE GALILEA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 2,1-11Una boda en Caná de Galilea 21 Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, 2 y Jesús y sus discípulos también habían sido invitados a la boda. 3 En esto se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: –Ya no tienen vino. 4 Jesús le contestó: –Mujer, ¿por qué me lo dices a mí? Mi hora aún no ha llegado. 5 Dijo ella a los que estaban sirviendo: –Haced lo que él os diga. 6 Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían entre cincuenta y setenta litros. 7 Jesús dijo a los sirvientes: –Llenad de agua estas tinajas. Las llenaron hasta arriba, 8 y les dijo: –Ahora sacad un poco y llevádselo al encargado de la fiesta. Así lo hicieron, 9 y el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido. Solo lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio 10 y le dijo: –Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor hasta ahora. 11 Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús en Caná de Galilea. Con ella mostró su gloria, y sus discípulos creyeron en él" |
DÍA 11 FEBRERO CICLO -C
Sí,
las bodas de Caná de Galilea.
¿Crees que con el título lo sabemos todo?
Si
consideramos que debían ser parientes, porque fue convidado con su Madre, y que
Jesús era “un ciudadano de a pie” de Nazaret, pues… ¡ya está!
Para
nosotros, creyentes, Jesús no es simplemente un ciudadano de Nazaret y
María su madre, sino que damos
gracias por la fe.
Creer
no
es aceptar los hechos de Jesús como los de un ciudadano de a pie, aunque
Él haya pasado por el mundo queriendo ser uno de tantos.
·
Creemos
que María tuvo un Anuncio al que
dijo Sí, aceptando ser Madre del Hijo de Dios.
·
Creemos
que Jesús de Nazaret es este Hombre, que hoy acude a Caná
de Galilea después de haber sido
encarnado el Hijo en el seno de María;
naciendo Él, como todo ser
humano, de una mujer (Ga. 4,4), y que esta Humanidad es la visibilidad del Hijo oculto y, a su
vez, revelado para ser conocido
como Dios.
Este
Hombre es el que acude a esta boda.
¿Fue
invitado, o es Él quien invita al verdadero Amor a los que se casaban en
Caná de Galilea, y a todos?
Nuestra
actitud, ante
el texto, es muy diferente si aceptamos
que, Jesús es Dios y Hombre
verdadero, que acude a Caná, si
dudamos o somos indiferentes.
La
fe es un anuncio que tiene su
eficacia
-siempre
desde la iniciativa divina-pero también
según la actitud personal con
que es aceptado o no.
No
ocurre sólo en relación con nuestro trato con Dios; nuestra actitud es la que hace que, nuestras
relaciones humanas tengan una trascendencia u otra en nuestro espíritu.
¡De
cuántas maneras llega Dios y el prójimo a nuestra vida cotidiana!
Somos
nosotros quienes atendemos, valoramos, escuchamos y recibimos la eficacia de la relación, los efectos de la indiferencia, o la duda, día tras día.
¿Con
qué actitud has leído el texto, o ni tan siquiera esto?
Quien
nota que en su vida “le falta vino”, quien
ama y no es correspondido, quien es amado siendo indiferente al amor,
es bueno que acuda, en su estado de vida, y se siente al banquete de esta
boda en Caná, y atienda y quiera ver lo que ocurre.
Escucha
a María que dice de ti y de mí:
“No tienen vino”
No conocen el verdadero amor; dicen que aman,
pero no viven la alegría del buen vino, que es amar con el Amor con que
nosotros nos amamos.
“Mujer, (no
le dice madre), no ha llegado la hora” de
revelarles mi Amor
Sea nuestra petición -os lo aconsejo- querer escuchar
y obedecer con fe:
“Haced lo que Él os diga”
Creer y escuchar a Jesús es beber buen vino.
Los
discípulos empezaron a creer en esta
boda de Caná.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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