LE IMPUSO LAS MANOS Y
LE PREGUNTÓ ¿VES ALGO?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Marcos 8,22-26Jesús sana a un ciego en Betsaida 22 Llegaron a Betsaida, y llevaron un ciego a Jesús y le rogaron que lo tocara. 23 Jesús tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Le mojó los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó si veía algo. 24 El ciego comenzó a ver y dijo: –Veo gente. Me parecen árboles que andan. 25 Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el hombre miró con atención y quedó sanado: ya todo lo veía claramente. 26 Entonces lo mandó a su casa y le dijo: –No vuelvas al pueblo. |
DÍA 19 FEBRERO CICLO -C
Sepamos
dar gracias a Dios siempre, por valorar la vida -podríamos no
haber nacido-; no sólo por depender de los padres. Nacer y tener vida humana
no es tan natural, porque la
vida sigue siendo un misterio, que nos lo aclara la fe. Agradezcamos el proceder del Amor divino hacia nosotros.
No
sólo experimentamos nuestra vida, sino lo que supone que nuestro cuerpo, animado
por el alma, tenga salud y funcionen con naturalidad los
múltiples y complejos miembros que lo constituyen; entre ellos, poder ver.
“Ver”
tiene dos referencias a tener en cuenta,
· “La visión física”;
¡qué regalo poder contemplar con nuestros ojos las bellezas de la creación!. Pero,
si vemos es porque el cuerpo tiene vida;
un ojo es pura materia como lo es todo el cuerpo; lo cual nos plantea lo más
importante:
· Poder y saber “ver con los ojos del
espíritu”.
Independientemente
de la fe, siempre
vemos más allá de lo que ven nuestros ojos, dependiendo de las
referencias con las que configuramos nuestro espíritu.
“Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida.
Y le trajeron un
ciego pidiéndole que lo tocase”
Jesús solía preguntar si creían que lo
podía hacer o que se obrase según su fe.
En este caso actúa de manera diferente.
“Lo sacó fuera de la aldea,
llevándolo de la mano”
Veamos con fe el proceder de Jesús; nos puede servir para discernir el proceso
de nuestra propia fe.
Ver con fe exige salir de todo lo que
puede enturbiarla y valorar el gesto de Jesús que, mientras andamos ciegos no
estamos perdidos si no lo queremos estar porque, Él nos lleva de la mano, aunque creer, desde la
ceguera, resulte difícil aceptar que Jesús nos conduce.
Otras veces Jesús sana al momento; esta vez es todo un proceso,
como lo es nuestra vida y nuestra fe.
“Le untó saliva en los ojos, le impuso las manos,
y le preguntó:“¿Ves algo?”.
El ciego que levantó los ojos dijo:
“Veo hombres, me parecen árboles, pero andan”
No siempre la visión de la fe es totalmente
clara; no lo es la primera visión de este ciego
porque los seres humanos, sin un
verdadero sentido de la vida, podemos
ser pura materialidad que anda –“árboles, pero
andan”-.
“Jesús le puso otra vez las manos en los ojos”
El hombre miró; estaba curado y veía con
claridad.
Le advirtió que no entrase en la aldea, para
no enturbiar la visión del espíritu
¡Que
Jesús toque los ojos de mi espíritu para poder ver…!
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
CONTIGO DE LA MANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario