¿NO ACABÁIS DE COMPRENDER?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Marcos 8,14-21
La levadura de los fariseos (Mt 16.5-12) 14 Se habían olvidado de llevar algo de comer y solamente tenían un pan en la barca. 15 Jesús les advirtió: –Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. 16 Los discípulos comentaban entre sí que no tenían pan. 17 Jesús se dio cuenta de ello y les dijo: –¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿Todavía no comprendéis ni entendéis nada? ¿Tan embotada tenéis la mente? 18 ¿Tenéis ojos y no veis, y oídos y no oís? ¿Ya no recordáis, 19 cuando repartí los cinco panes entre cinco mil hombres, cuántas canastas llenas de trozos recogisteis? Ellos contestaron: –Doce. 20 –Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿Cuántos cestos llenos recogisteis? Contestaron: –Siete. 21 Entonces les dijo: –¿Todavía no entendéis? |
En
relación con el Dios,
único revelado, nunca lo acabaremos
de comprender hasta que no dejemos la libertad, con la mente
y el corazón, como gratitud al don
de la fe, en sus manos;
confiada la vida en este encuentro.
Es
entonces cuando comprendemos, cada uno a su medida, que con relación a Dios se sabe en la
medida que se confía, y no desde la sola razón o desde los mejores
sentimientos.
Vemos
como fácilmente existe un dualismo
existencial estando con Dios.
Los
discípulos se preocupan porque llevan un solo pan en la barca; mientras,
Jesús les instruía:
“Estad atentos, evitad la levadura
de los fariseos y de Herodes”
Cuando vivimos preocupados solo por el pan no
escuchamos, y las palabras que podemos
oír, educando la vida, no pueden
tener su efecto.
“Tenéis el corazón embotado”
El corazón es signo de lo que es el
ser humano.
Cuando estamos dispersos, dice Jesús:
“Se tienen ojos, pero no ven,
se tienen oídos, pero no oyen.
Es difícil reconocer que muchas veces tenemos el corazón embotado para las cosas de Dios.
Conformarnos con la propia idea de Dios es
tener el corazón embotado.
Jesús es capaz de descender hasta donde están
nuestras preocupaciones, y recordarnos
las veces que nos ha bendecido estableciendo la paz, posiblemente de
forma inadvertida para nosotros.
No siempre hay correspondencia entre la preocupación por algo y la gratitud
cuando se advierte estar liberados de ella.
·
Suele ser la noche la que oscurece los hechos encerrando la mente y el
corazón en preocupación.
·
La luz del amanecer disuelve la noche y hace olvidar la opacidad del atardecer, a veces, sin
advertir ni agradecer la paz.
Tenemos tan embotado el corazón como para ser
incapaces de apercibir que el amanecer del alma no es tan natural como
el paso de la noche al día.
Es fácil acostumbrarnos a la ayuda que
prestan los que utilizan todos los medios para convencernos de la propia
autonomía y pasar muy pronto a pensar que, no hace falta Dios para ser
buenos y poder vivir en paz.
¿De Verdad es Dios quien reprime la libertad
humana regalada y gratuita?
¿De verdad es Dios quien no ayuda a que seamos felices y a
convivir en paz?
“¿No recordáis cuántos cestos de sobras
recogisteis cuando repartí cinco panes
entre cinco mil?
¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis
cuando repartí siete entre cuatro mil?
¿No acabáis de comprender?”
Jesús, te escucha quien cree y recuerda que,
TÚ ERES EL PAN Y LA PALABRA.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
VENI CREATOR SPIRITUS
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