domingo, 23 de febrero de 2025

"ESTA ESPECIE SÓLO PUEDE SALIR CON ORACIÓN" 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Marcos 9,14-29

Jesús sana a un muchacho que tenía un espíritu impuro
(Mt 17.14-21; Lc 9.37-43)
14 Cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos. 15 Al ver a Jesús, todos corrieron a saludarle llenos de admiración. 16 Él les preguntó:
–¿Qué estáis discutiendo con ellos?
17 Uno de los presentes contestó:
–Maestro, te he traído aquí a mi hijo, porque tiene un espíritu que le ha dejado mudo. 18 Dondequiera que se encuentre, el espíritu se apodera de él y lo arroja al suelo; entonces echa espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que expulsen ese espíritu, pero no han podido.
19 Jesús contestó:
–¡Oh, gente sin fe!, ¿hasta cuándo habré de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traedme aquí al muchacho!
20 Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero en cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. 21 Jesús preguntó al padre:
–¿Desde cuándo le pasa esto?
–Desde niño –contestó el padre–. 22 Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
23 Jesús le dijo:
–¿Cómo que ‘si puedes’? ¡Para el que cree, todo es posible!
24 Entonces el padre del muchacho gritó:
–Yo creo. ¡Ayúdame a creer más!
25 Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro diciéndole:
–Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de este muchacho y no vuelvas a entrar en él.
26 El espíritu gritó e hizo que al muchacho le diera otro ataque. Luego salió de él dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso en pie.
28 Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron aparte:
–¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu?
29 Jesús les contestó:
–A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración.
 
24 FEBRERO  CICLO  C
Orar es, también, tomar conciencia de que estamos relacionándonos con el “otro” desde lo más íntimo de cada uno.

Con esta frase amplío el sentido de la oración a toda relación interpersonal, porque el “otro” no es sólo Dios, sino todo prójimo con quien tenemos relación personal; digo personal, porque donde no hay conciencia de encuentro no lo hay de relación ni de diálogo.

Dios es verdadera y realmente el “OTRO” inaccesible, por lo que sólo podemos entender la vida espiritual de oración, desde la aceptación de que Dios es un ser Real y Personal, que ha salido de sí mismo para que podamos acceder a Él en diálogo oracional.

No digo que cualquier oración, desde el corazón hecha a Dios, no sea meritoria ante Él; sin embargo, lo que Dios acepta, por su Misericordia, no es suficiente para dejar de interrogarnosa qué Dios” le confiamos nuestra intimidad; nadie puede tener relación dialogal con seres desconocidos.

Si con los conocidos no es fácil el diálogo, (al que elevo en oración) menos podemos quedar satisfechos de una oración al Dios desconocido.

Cuando Pablo, en el Areópago, habló del Dios desconocido, lo hizo claramente del Dios que conocía, que fue el que, al hablar de resurrección no le creyeron.

No se suele hablar del diablo. Parece que es un tema viejo y superado.

Hoy se juega con los espíritus sin creer en ellos; los creyentes creemos en Miguel, Gabriel y Rafael, es decir, creemos en los ángeles; pues si los hay buenos, es también revelación que existen los malos.

"Maestro, te he traído aquí a mi hijo, 

porque tiene un espíritu que le ha dejado mudo..."

No hablamos de mitos; el problema del mal es más difícil de discernir y de resolver que el de Dios.

Se experimenta más la realidad del mal que la de Dios, que nunca es causa de la múltiple realidad del mal que sufre la Humanidad desde toda la vida.

El Hijo de Dios vino al mundo para liberar nuestra libertad de la esclavitud del mal, que no sólo es consecuencia de los programas del hombre contra el hombre y contra la Naturaleza, sino que el hombre es capaz de dejar de ser humano, yendo en contra de su razón y de su corazón, porque existe un odio contra el Amor de Dios y de cuantos le creen, por quien se rebeló misteriosamente siendo Ángel del Bien divino.

Somos incapaces de sobrevivir al mal, que Dios consiente porque nos ofrece su Amor redentor para que, optando por él, sea posible librarnos de lo que solos no podemos.

Su consentimiento es la espera de nuestra conversión.

Así es como podemos entender la frase de Jesús:

“¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?”

Somos esta generación, que va desde su venida hasta que vuelva. La frase es para nosotros.

El trigo crece con la cizaña no sembrada por Dios. 

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

SAN ETELBERTO DE KENT



CANTO AL ESPÍRITU SANTO




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