lunes, 27 de enero de 2025

“¿QUIÉNES SON MI MADRE 

Y MIS HERMANOS?

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Mc 3,31-35

31Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. 32La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». 33Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». 34Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. 35El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

DÍA 28 ENERO  CICLO  -C

Jesús convivió con sus padres, con José hasta que murió, y con su verdadera Madre, María, durante treinta años; pero cuando comenzó su mesianismo se fue solo a evangelizar el mundo. Su Madre quedó en Nazaret.

Este hecho, salir un hombre solo, y más tarde asociar a su misión a doce hombres sin cultura y sin renombre, para ser el fundamento humano de su nuevo Pueblo elegido, es suficiente para reconocer que no es así en ninguna empresa humana.

La Iglesia es la nueva Comunidad que sucede al Pueblo, que se ha negado a creer en la plenitud de la revelación; no es de nueva creación.  

La Ley de Moisés era sólo el cauce para llegar la plenitud donde el Amor sustituye a la Ley y, Dios en el Hijo, a todos los Profetas.

Lo que plantea la fe no es creer en Dios, en quien sigue creyendo su Pueblo, y muchos que afirman su creencia, sino creer que Dios nos ha visitado en la Persona del Hijo, visible en la Humanidad de Jesús de Nazaret.

Ø La verdadera opción de fe nos la plantea Cristo.

“Llegan su Madre y sus hermanos y, 

desde fuera, lo mandaron llamar”

Su Madre y sus parientes -que es lo que expresa la palabra hermanos-, vienen de fuera, y llegan a donde estaba Jesús enseñando.

“Mira, tu Madre y tus hermanos y hermanas

(Que clarifica aun más lo de ser sus parientes) están fuera y te buscan”.

No todo era fama lo que envolvía a Jesús; “su decir y actuar” fue lo que causó que, su familia fuera a buscarlo para disuadirle de su propósito.

No fue solamente “la tentación en el Monte” la que deseaba cambiar su misión.

Las familias no siempre entienden y aceptan las opciones positivas, de sus hijos, cuando plantean vocaciones inesperadas en ellas.

María, desde la encarnación del Hijo, no cesó de sufrir en su carne y en su espíritu no solo porque, como Madre, intuyera lo que iba a pasar en la vida de su propio hijo, que era Dios, sino también, por su familia que no entendía a su hijo Jesús.

¡Pocos son los que entienden y creen en Jesús!

Los que escuchan la voz del Espíritu, que habla y hace inteligible su Verdad, hacen natural, y posible, la verdadera fe y el seguimiento de Jesús siendo testigos de lo que ven y tocan desde la aceptación del don de la fe, que engrandece la razón.

“¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”

Jesús establece un nuevo modo de ser familia y de amarnos los humanos.

“El que haga la voluntad de Dios, 

ese es mi hermano y mi madre

Ø  La voluntad de Dios es que creamos en el Hijo, su enviado. 

Es buena la devoción a los Santos cuando se cree de ellos su fidelidad a la Iglesia católica y, su vida acorde a la voz del Espíritu Santo.

F. Allara   

SANTORAL DEL DÍA

s. Tomás de Aquino, sacerdote dominico, 

doctor de la Iglesia, 

patrón de las escuelas católicas



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