viernes, 31 de enero de 2025

 ¿POR QUÉ TENÉIS MIEDO? 

¿AÚN NO TENÉIS FE?”

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Marcos 4, 35-41

35Aquel día, al atardecer, les dice Jesús: «Vamos a la otra orilla». 36Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. 37Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. 38Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». 39Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». El viento cesó y vino una gran calma. 40Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». 41Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».

DÍA 1 FEBRERO   CICLO  -C

La importancia de un dicho o hecho de Jesús está que lo digan los tres Evangelios sinópticos. (Mt.8,23-27; Lc.8,22-25)

No nos extrañen las diferentes formas de narrar un hecho; lo importante es siempre lo que nos transmiten y no tanto las variaciones al explicarlo.

Lo común de las tres narraciones es que, Jesús estaba dormido en la barca.

“Se levantó una fuerte tempestad 

y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla”

Es extraño a nuestra mente entender que, en tal situación, Jesús pudiera estar en la barca durmiendo. Es un signo.

Dios, no solo es consciente de todo lo que pasa, sino que está presente.

Cuando pensamos que, tener fe es confiar que Dios, omnipotente, no va a permitir ninguna tempestad, estamos equivocados.

La Naturaleza ha de seguir fiel a sus leyes; y Dios consiente las tempestades que nosotros somos capaces de crear desde nuestra libertad.

Lo importante de la fe es creer que Dios está en medio de las tempestades, naturales y las nuestras, cuando actuamos como si no fuéramos humanos.

“Maestro, ¿no te importa que perezcamos?”

Esta es la duda de los corazones débiles, o de las mentes fuertes para negar.

En lugar de apoyarnos en la fe pensamos que a Dios no le importan nuestras tempestades ni que muramos en ellas.

“Lo despertaron”

Nosotros somos los que hemos de despertar, que significa profundizar en la Verdad de todo el acontecer de Dios, creador del Universo, bueno y perfecto, con sus leyes, que el ser humano debe respetar al dominarlo; y creado el hombre, a su semejanza, bueno y libre.

·       Despertar es vivir sin dudar de Dios, ayudados por la fe, cuando pasan calamidades naturales, que no son acontecimientos puntuales de castigo divino que, además de no ser verdad, el castigo sería injusto; pues siempre recae sobre seres inocentes.

Muchas veces repito que, “dejemos a Dios tranquilo” y nos esforcemos en discernir la verdad de su Amor en los hechos, y sobre todo en la Vida de Jesús; que usemos de nuestra inteligencia para querer ver que, las grandes tempestades que sufre la Humanidad son creadas por el egoísmo del ser humano cuando desconsidera al prójimo.

·       Dios está despierto siempre al cabezal del lugar donde nos encuentra la muerte. ¡Despertemos del letargo de no conocerle ni corresponderle!

“¡Silencio, enmudece!”

No al mar, sino a nuestra mente y a nuestro corazón desagradecido.

“¿Por qué tenéis miedo? 

¿Aún no tenéis fe?

F. Allara

 SANTORAL DEL DÍA

b. Ludovica Albertoni, viuda romanas

Brígida, abadesa en Irlanda



SEÑOR DE MI BARCA






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