PADRE SANTO, GUARDA EN TU NOMBRE
A LOS QUE ME HAS DADO.
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 17,11-19
DÍA 21 ENERO CICLO -C
La primera parte de la oración de Jesús al Padre es la petición por los que han de ser iniciadores de la evangelización y fundamento de la Iglesia.
La
oración de Jesús nos indica el hecho de que a todos nos recoge divididos.
·
La
unidad
por la que pide Jesús no es propia del mundo, ni de ninguna de las
individualidades personales desde que fuimos desalojados del paraíso.
· La
unidad es fruto de la Gracia; por esto la pide Jesús al Padre.
Su
oración,
al Padre, comienza diciendo que guarde
a los elegidos. Jesús los guardó.
“Cuando estaba con ellos,
yo guardaba en tu Nombre a los que me diste,
y los custodiaba”
Todos
hemos sido dados a Jesús por el Padre; sobre todo los Doce.
¡Cuánto
le costamos cada uno al Señor!
En
el cielo veremos hasta qué punto hemos
sido ganados a precio de misericordia y Sangre, desde
la eterna paciencia de Dios, como
dice Pedro.
Cuando
Jesús hace la oración dice algo que tenemos
que de meditar y agradecer.
“Ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición,
para que se
cumpliera la Escritura”
1.
Los
llamados, guardados
y custodiados por Jesús, fueron
traidores y se alejaron de Él, pero es de sabios reconocer el
pecado y regresar a casa.
2. Para
que pudieran cumplirse las Escrituras hubo “uno elegido; pero “ser hijo de la perdición" es cosa de libre elección. Dios
nunca condena. Hoy, salir del paraíso,
es cuestión de libertad.
Dios
perdona todos los pecados menos a los que escogen, libremente, negar el bien del Espíritu Santo en sus
vidas; revelación del máximo Amor
dado.
“El mundo los ha odiado porque nos son del mundo,
como tampoco
Yo soy del mundo”
El mundo no odia las verdades, sino LA VERDAD y a quienes la viven, por ser
santificados en la Verdad.
La palabra santificación no es reconocida hoy; y tampoco por todos los cristianos.
Nadie es santo
por propia voluntad, sino que va en
camino el que se deja llevar del Don del Espíritu Santo. ¿Cómo lo puede
entender el mundo?
La diferencia es que las verdades se
defienden y se mata por ellas, mientras que, LA VERDAD se custodia como un tesoro, y se acepta morir por ella.
Por esto Jesús en su oración añade:
“No ruego que los retires del mundo,
sino que los guardes del
maligno”
Santifícalos en la
Verdad: TU PALABRA ES LA VERDAD.
Jesús es la visibilidad del Hijo, que es LA
PALABRA DEL PADRE.
Ser en Cristo es vivir el gozo de conocer
en Él LA VERDAD DE DIOS, y se
entiende.
“Como Tú me enviaste, así los envío al mundo”
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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