“¿HAS VENIDO A DESTRUIRNOS?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Marcos 1,21-28
DÍA 14 ENERO CICLO -C
Si
nos reconocemos creyentes del Dios que se ha revelado humanamente, nos hemos de acostumbrar a ver a Dios espiritualmente
en Jesús.
¡Cuánto
hay escrito, pensado, ideologizado de Dios, convertido en religión o en
agnosticismo y ateísmo!
Los
verdaderos creyentes han creído en Jesús; y desde su fe,
han rezado, han profundizado en la experiencia de sus testigos, y ellos
mismos han llegado a ser también testigos con sus vidas y escritos. Una
referencia para nosotros hoy.
Vivimos
un tiempo de verdadero sincretismo; y las verdades a medias dejan de ser
verdad.
Este
“no saber”,
donde
se recoge lo que a uno le parece bueno de entre los dichos y hechos
controvertidos, y diferente del
no-saber desde la sabiduría de la
fe, no puede ser fundamento de
ninguna garantía de creencia en Dios.
El
mismo Evangelio,
que estos días os decía que debe ser el libro
básico de nuestro diálogo con Jesús, no está a nuestra libre
interpretación.
Nos
debe servir para orar,
para situar a Jesús ante nosotros y
nosotros ante Él, pero no para convertirnos en maestros de
nuestra propia espiritualidad, y menos para creer que lo podemos ser para
los demás.
¡Cuántos
errores a lo largo de la Historia!
¡Cuántos
cristos inventados o negados, para no ser de Cristo!
Jesús,
ratificado por la voz del Padre y la presencia corporal del Espíritu Santo
en forma de paloma, en el Jordán, como
Hijo unigénito visible en la Humanidad de Jesús de Nazaret, vivió
como uno de tantos, acudiendo los sábados a las sinagogas para enseñar
humildemente siendo Dios.
¡Cuándo
aceptaremos que la humildad es signo de sabiduría
y, el modo de vivir desde ella el lenguaje que entienden los que buscan la
verdad!
“¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno?”
Este
es el lenguaje del hombre moderno, sin reconocer el final de la frase:
“Eres el Santo de Dios”
Nosotros
somos quienes muchas veces seguimos convirtiendo el amor en ley, y la ley, como
dice Pablo, no justifica, esclaviza; mientras el amor libera.
El
Santo de Dios ha venido a liberar nuestra libertad.
Los hombres liberados son los que
pueden aceptar la sabiduría divina.
Nuestro
tiempo es creador del sincretismo; se acepta lo que se piensa que es
lo mejor para la vida, incluida la espiritual.
Desde
esta errónea espiritualidad se puede pensar en la frase:
“Has venido a acabar con nosotros”
El
hombre moderno y sus leyes dicen no a todo lo que huele a institución
religiosa.
Los
seguidores de Jesús de Nazaret deseamos vivir de una
enseñanza nueva expuesta con la autoridad del Amor,
sin acepción de personas.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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