domingo, 5 de enero de 2025

FIESTA DE DIOS EN FAVOR DE TODOS LOS PUEBLOS, RAZAS Y CULTURAS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Mateo 2,1-12

La visita de los sabios de Oriente
2
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios de Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron:
–¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle.
El rey Herodes se inquietó mucho al oir esto, y lo mismo les sucedió a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le respondieron:
–En Belén de Judea, porque así lo escribió el profeta:
‘En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá,
no eres la más pequeña
entre las principales ciudades de Judá;
porque de ti saldrá un gobernante
que guiará a mi pueblo Israel.’
Entonces llamó Herodes en secreto a los sabios de Oriente, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los envió a Belén y les dijo:
–Id allá y averiguad cuanto podáis acerca de ese niño; y cuando lo encontréis, avisadme, para que yo también vaya a adorarlo.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde se hallaba el niño. 10 Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. 11 Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. 12 Después, advertidos en sueños de que no volvieran a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino"

6  ENERO  EPIFANÍA DEL SEÑOR   CICLO  C

 Is 60,1-6

Dios es Luz, y Cristo, Dios y Hombre verdadero, es la Sabiduría y la Luz de Dios en el mundo. Quien tiene al Dios revelado en Cristo tiene su medida de Luz y de Sabiduría, que nada tienen que ver con la luz de la razón, por ser Don de Dios aceptado.

Los textos de la Misa son elegidos para cada una de las Fiestas o domingos ordinarios- El libro de Isaías es de varios autores y de diferentes tiempos.

Este texto habla de una vida llena de esplendor para los liberados del exilio de Babilonia, cuando la realidad fue más penosa que optimista.

La Presencia del Señor resucitado es la Luz para quien cree en Él. Esta es la realidad desde la fe, que no supone más que el cambio desde el espíritu humano, que halla sentido a su vida desde esta Presencia espiritual en su alma, mientras el mundo sigue en sus devaneos de luces y felicidades que no llenan el absurdo de una vida sin Dios.

Ef 3,2-3.5-6

Pablo habla del misterio secreto que “los hombres de generaciones pasadas no habían conocido.

·       El secreto es este: Que, desde ahora, por el Evangelio, todos los pueblos, en Jesucristo, tienen la misma herencia, forman parte de un mismo cuerpo y comparten la misma promesa.

Este es el sentido de la Fiesta de la Epifanía del Señor que, como su palabra indica es revelación de Dios a todos los Pueblos; y Pablo se considera, por elección divina, ser apóstol de los gentiles.

Mt 2,1-12

La Fiesta nos presenta a unos sabios, de distinta raza, que antes de Pablo son preludio de la epifanía, de la revelación a todas las naciones. Lo cual nos revela a nosotros que es Dios quien lleva la iniciativa de la Salvación, que nos llega entendida, como a Pablo, como secreto de Luz para él, al tiempo que Dios tiene previsto.

Estos sabios habían reconocido una nueva estrella, y dejando su tierra, como Abrahán y todos los hombres de fe, fueron conducidos desde la revelación a su espíritu, que

“Acababa de nacer el Rey de los judíos.

"Herodes y toda la ciudad de Jerusalén se inquietaron"

Esta es la contradicción de quien vive acomodado; su fe no espera nada, ni es luz que ilumine su vida, sino que se inquieta ante la Verdad que exige un cambio de vida,

Los Maestros y sabios de Israel conocían las Escrituras y sabían que estaba profetizado que el Mesías naciera en Belén de Judá.

Mientras los sabios llegan a donde estaba el Niño y ven lo mismo que los pastores, “a un Niño recostado en un pesebre”, los sabios de Israel, con Herodes, comienzan a no creer la verdad que les es anunciada por paganos y extranjeros.

Las cosas de Dios no van por los caminos que los sabios de cada tiempo piensan cómo ha de ser desde la lógica de su razón; les falta objetividad de su fe.

Lo cual a todos nos revela que, de Dios sólo sabe quien acepta lo que Él le da; y que, una vez poseído, no es propiedad, sino camino para recibir las novedades de Dios.

La fe no se posee; es don que hay que agradecer y trabajar para crecer en el conocimiento de la Verdad Divina, que siempre es bendición de Dios en Cristo, como nos decía ayer la misma carta a los efesios.

Los sabios encontraron lo que buscaban: la Verdad que daba sentido a sus vidas.

Se volvieron por otro camino, con la Luz y la Paz que habían hallado en Dios revelado en la pobreza del Niño recostado en el pesebre.

Los otros sabios y Maestros del Pueblo elegido comienzan a quedarse sin Dios, precisamente cuando Dios llega a su casa.

Dice S. Pablo: “Quien no tiene a Cristo, no tiene a Dios”

Desde entonces, Epifanía es para todos los seres humanos que buscan la Verdad que no se la da su razón y sentimientos, ni el mundo; mientras, los sabios y entendidos de razones y de culturas y de medios, siendo muchos de ellosde los suyos” por elección y por capacidad, cierran las puertas del hogar.

“Vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron”

Que Dios nos bendiga para creer lo que Él nos ofrece, y no nos quedemos con las luces y la materialidad de los regalos, que enturbian la realidad de la gran Fiesta de Dios en favor de todos los Pueblos, razas y culturas, aunque a los ojos de algunos creyentes les sigan considerando paganos.

A unos sabios paganos les fue revelada la Verdad y, a un perseguidor de los cristianos Dios le hizo Apóstol de los gentiles.

¿Quién es el sabio y entendido que sabe algo de Dios?

Él es El Señor; y nadie es maestro de nadie. Sin embargo, todos necesitamos la garantía de nuestra propia fe y de la Verdad de Dios desde un Magisterio.

Si María, la llena de Gracia, “conservaba las cosas en su corazón”, para meditarlas y entenderlas, ¿qué somos tú y yo para pensar que estamos en lo cierto de la Verdad divina, cuando su revelación es una permanente aparente contradicción para la sola razón del creyente?

Nosotros somos los paganos convertidos en el nuevo Pueblo de Dios: la Iglesia.

Que Dios nos bendiga y nos dé su paz. 

                                                                                                                     F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Rafaela del Sagrado Corazón, 

virgen, fundadora de 

las Esclavas del s. Corazón de Jesús



VAYAMOS CRISTIENOS
ADESTE FIDELES





No hay comentarios: