ME DA LÁSTIMA LA GENTE, Y NO QUIERO DESPEDIRLOS EN AYUNAS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Isaías 25,6-10 |
Salmos 22 |
DÍA 4 DICIEMBRE CICLO C
¿Ha variado la situación del tiempo, que nos habla el Evangelio de hoy? Mucho ha variado.
· Hemos
progresado en conocimientos
científicos, en armamento, en bienestar social y en programas de alejamiento de
Dios.
· Hemos
progresado en guerras, en lucha por
el poder, en fronteras, en autonomía de pocos, en abandono de políticas por el
bien común.
· Hemos
progresado en odio, en hambre, en
miseria, en inseguridad social, en impotencia humana.
En
la forma de acudir a Dios no hemos progresado.
Ayer
acudían a Él los pobres, los enfermos, los
marginados del poder de los Maestros y fariseos.
Hoy,
aunque silenciado y desconocido por
los mismos feligreses creyentes, siguen
siendo los pobres los que acuden a recibir ayuda de los servicios que ofrece la Iglesia por medio
de Caritas y de tantas otras organizaciones caritativas, por los que muchos
pueden mantener su vida, su hogar y su
esperanza.
Valoro
los otros medios y modos de todas las organizaciones religiosas y laicas en favor del hombre pobre de hoy.
Todo
lo cual hace que muchos seres humanos hayan
perdido la fe en el gozo de vivir, en el hombre, en toda autoridad y surjan
dudas de la misma fe en Dios; muchas veces causada por el ambiente
negativo, por el desconocimiento de las
verdades del Credo de la fe y por fijarse mucho más en el mal testimonio de
algunos; cuando deberíamos divulgar y conocer
el testimonio heroico de tantos que
viven y mueren por Cristo.
Son
muchos los que,
en la misma situación, buscan abrir rendijas y caminos que iluminen de esperanza sus vidas agarrándose
a lo que pueden; no confían en lo instituido, pero es muy positiva y admirable su actitud aunque esté, lógicamente,
marcada por la incertidumbre de lo que pueda ser Verdad.
Cristo
Jesús resucitado y vivo entre nosotros sigue diciendo:
“Me da lástima de la
gente… Y no quiero despedirlos en ayunas”
La
multiplicación de los panes es signo de su Vida y de su Cuerpo partido y repartido.
El
pan sacia el hambre del cuerpo, pero el
ser humano necesita
· del
Pan de la presencia del prójimo,
· del Pan del Amor y del Perdón,
· del Pan como mano que levanta, que
acompaña en silencio, que consuela, que crea paz, aunque
falte el mismo pan a la mesa.
El ser humano necesita del
Pan que alimenta el hambre de su dignidad.
Dejemos
a los que buscan derechos y poderes a nivel religioso y civil.
Caminemos
por el desierto;
unos guiados por la columna de fuego y
otros por la Luz del Espíritu, que es el que nos conduce a todos.
Seamos
fieles por el Camino buscando y dejándonos admirar por la Verdad.
¿Dónde nos vamos a encontrar?
En
el Monte de las Bienaventuranzas donde
Cristo resucitado nos dará su Cuerpo, Pan de cielo.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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