martes, 3 de diciembre de 2024

 ME DA LÁSTIMA LA GENTE, Y NO QUIERO DESPEDIRLOS EN AYUNAS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Isaías 25,6-10

Salmos 22

Mateo 15.29-37

Jesús sana a muchos enfermos
29 Jesús, saliendo de allí, se fue a la orilla del lago de Galilea; luego subió al monte y se sentó. 30 Mucha gente se reunió donde él estaba. Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos; los ponían a los pies de Jesús y él los sanaba. 31 De modo que la gente estaba asombrada al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos veían. Y todos alababan al Dios de Israel.o
Jesús da de comer a una multitudp
(Mc 8.1-10)
32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
–Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. No quiero enviarlos en ayunas a sus casas, no sea que desfallezcan por el camino.
33 Sus discípulos le dijeron:
–Pero ¿cómo encontrar comida para tanta gente en un lugar como este, donde no vive nadie?
34 Jesús les preguntó:
– ¿Cuántos panes tenéis?
–Siete y unos pocos peces –le contestaron.
35 Mandó que la gente se sentara en el suelo, 36 tomó en sus manos los siete panes y los peces y, habiendo dado gracias a Dios, los partió, se los dio a sus discípulos y ellos los repartieron entre la gente. 37 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron siete canastas con los trozos sobrantes.

DÍA 4 DICIEMBRE   CICLO  C

¿Ha variado la situación del tiempo, que nos habla el Evangelio de hoy? Mucho ha variado.

·       Hemos progresado en conocimientos científicos, en armamento, en bienestar social y en programas de alejamiento de Dios.

·       Hemos progresado en guerras, en lucha por el poder, en fronteras, en autonomía de pocos, en abandono de políticas por el bien común.

·       Hemos progresado en odio, en hambre, en miseria, en inseguridad social, en impotencia humana.

En la forma de acudir a Dios no hemos progresado.

Ayer acudían a Él los pobres, los enfermos, los marginados del poder de los Maestros y fariseos.

Hoy, aunque silenciado y desconocido por los mismos feligreses creyentes, siguen siendo los pobres los que acuden a recibir ayuda de los servicios que ofrece la Iglesia por medio de Caritas y de tantas otras organizaciones caritativas, por los que muchos pueden mantener su vida, su hogar y su esperanza.

Valoro los otros medios y modos de todas las  organizaciones religiosas y laicas en favor del hombre pobre de hoy.

Todo lo cual hace que muchos seres humanos hayan perdido la fe en el gozo de vivir, en el hombre, en toda autoridad y surjan dudas de la misma fe en Dios; muchas veces causada por el ambiente negativo, por el desconocimiento de las verdades del Credo de la fe y por fijarse mucho más en el mal testimonio de algunos; cuando deberíamos divulgar y conocer el testimonio heroico de tantos que viven y mueren por Cristo.

Son muchos los que, en la misma situación, buscan abrir rendijas y caminos que iluminen de esperanza sus vidas agarrándose a lo que pueden; no confían en lo instituido, pero es muy positiva y admirable su actitud aunque esté, lógicamente, marcada por la incertidumbre de lo que pueda ser Verdad.

Cristo Jesús resucitado y vivo entre nosotros sigue diciendo:

“Me da lástima de la gente Y no quiero despedirlos en ayunas”

La multiplicación de los panes es signo de su Vida y de su Cuerpo partido y repartido.

El pan sacia el hambre del cuerpo, pero el ser humano necesita

·       del Pan de la presencia del prójimo,

·       del Pan del Amor y del Perdón,

·       del Pan como mano que levanta, que acompaña en silencio, que consuela, que crea paz, aunque falte el mismo pan a la mesa.

El ser humano necesita del Pan que alimenta el hambre de su dignidad.

Dejemos a los que buscan derechos y poderes a nivel religioso y civil.

Caminemos por el desierto; unos guiados por la columna de fuego y otros por la Luz del Espíritu, que es el que nos conduce a todos.

Seamos fieles por el Camino buscando y dejándonos admirar por la Verdad.

¿Dónde nos vamos a encontrar?

En el Monte de las Bienaventuranzas donde Cristo resucitado nos dará su Cuerpo, Pan de cielo.    

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Juan Damasceno, 

sacerdote y doctor de la Iglesia



VEN A SANARME







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