“NO TODO EL QUE ME DICE
“SEÑOR, SEÑOR…”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Isaías 26,1-6 |
DÍA 5 DICIEMBRE CICLO -C
Tratar
a alguien con palabras que le identifican como persona, significa decirlas por reconocer su dignidad, si no, es rutina
sin relación humana, o hipocresía, y no decirlas cuando le son propias, es negar su dignidad.
No
es de nuestro poder hacer juicio de cómo las dice o no cada persona, pero Dios,
en Cristo Jesús, que es Maestro y Señor, sí que sabe cómo se le trata cada
uno, o cómo, desde el silencio que no le niega, muestra su indiferencia a su realidad divina.
“No todo el que me dice “Señor, Señor”
entrará en el Reino de los cielos”
Gozar
del Reino de Dios tras la muerte es siempre obra de la Misericordia divina.
Nadie
puede llegar a ser en Dios desde su
propia dignidad, ni por haber hecho grandes cosas en su vida.
Recordemos
que, ante Dios, somos “seres inútiles que hemos hecho lo que teníamos que hacer”
“Inútiles” en el sentido de que,
nada de lo que es sólo nuestro es
suficiente para merecer ser en Dios, ni
en el cielo ni en el aquí de la vida temporal.
Dios
se da gratuitamente después de habernos regalado el don de la vida.
Reconocer
que es El Señor nos
hace ser agradecidos por el don de
vivir y por creer que nuestra vida tiene sentido por tener origen y fin.
¡Un
mundo sin reconocer al Dios revelado
es como una cárcel iluminada por velas que se consumen, porque sólo Dios es la Luz, que hace de la vida un hogar iluminado sin ocaso!
¡Su
Luz no se apaga ni nos consume!
“El que cumple la voluntad de mi Padre
entra en el Reino de Dios”
La
voluntad del Padre es que creamos
en quién nos ha enviado.
¿Se
puede rezar el Padre nuestro sin aceptar a Cristo como Hijo de Dios?
¿Agradecemos
los cristianos ser los únicos que tenemos
y rezamos a Dios como Padre?
El
silencio de muchos, estando en la Santa Misa, es muy extraño.
¿Nos
preguntamos por qué, desgraciadamente, tantos niños no llegan a aprender el
Padre nuestro aún recibiendo la Primera comunión?
Se
puede recortar el Credo de la fe consciente
o inconscientemente, pero su resultado es el mismo: quedar con un “Dios” que no es el
de Cristo. S. Pablo dice que esto es
quedar sin el Dios revelado, único y verdadero.
“El que escucha estas palabras mías
y las pone en práctica se parece a aquel hombre
prudente que edifica su casa sobre roca”
La prudencia
es
muy diferente cuando es considerada sólo
una virtud humana o se apoya en las
virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad.
Desde
la sola prudencia humana puede que la casa se hunda…
“Si cae la lluvia, se salen los ríos,
soplen los vientos y descarguen sobre ella”
La casa de todos, por más segura que
esté edificada, no se hundirá, ni cuando llegue la muerte, si su fundamento es Cristo.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
MI ROCA...
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