LOS HECHOS DAN LA RAZÓN
A LA SABIDURÍA DIVINA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Isaías 48, 17-19 |
Salmos 1 |
DÍA 13 DICIEMBRE CICLO -C
Cuesta llegar a ser una persona madura.
Entre
sus muchas cualidades que ha logrado, en su propio
crecimiento humano, está la de no
tener altibajos en su carácter; ser capaz de asumir los gestos, las palabras
y la realidad variante de
cada momento con equilibrio, sin manifestar alteración externa en cada
circunstancia.
Por
el contrario, hay personas con gran personalidad, que se manifiestan
exteriormente alteradas según las palabras o la realidad de cada momento.
Digo
exteriormente, porque es un valor superar
los sentimientos internos; y no es hipocresía permanecer inalterable en
lo exterior, porque nadie tendría que
sufrir el carácter de las personas que se alteran en cada momento.
Incluso,
ante la posible persona que ha causado una alteración interior, la persona madura sabe corresponder desde
la serenidad y la paz que merece todo
ser humano. Sin este equilibrio de paz es difícil amar y siempre amar.
Deberíamos
aprender de memoria las reflexiones que hacía S. Juan Bosco en su relación y forma de tratar a los jóvenes.
Jesús
se manifestó como hombre
perfecto
cuando, pendiendo en la Cruz no sólo perdonó, sino que justificó a los que le habían condenado.
“¿A quién se parece esta generación?”
Es la generación
de siempre; pero tal vez nuestro tiempo revela la permanente alteración de actitudes y sentimientos; lo que demuestra la inestabilidad interna de la
Humanidad actual.
¿Razones?
Que cada cual mire cómo es y cómo ayuda a la paz o
a crear dolor; y también miremos a quién servimos y cuál es la referencia de la vida para buscar y crear la necesaria paz
o modos y medios de rebeldía.
“Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
“Tiene un
demonio”.
Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen:
“Ahí tenéis a un comilón y borracho,
amigo de publicanos y pecadores”.
Los niños cambian de carácter en cada momento, y es
muy lógico en ellos; aun así nos enseñan, porque igual se enfadan con su amigo
como le abrazan.
Que el mismo Jesús pueda decir, sin temor, lo
que decían de Él, “que era comilón y borracho” cuando “no tenía donde reclinar la cabeza”,
nos indica la
alteración de los Maestros y fariseos,
capaces de insultar por no entender la madurez
humana de Jesús “que era amigo de
publicanos y pecadores”.
Conociendo
la realidad
histórica de la Vida de Jesús de Nazaret
acostumbrémonos a “no pensar e imaginar a Dios”
Respecto a Dios nos hemos de examinar de nuestra madurez o infantilismo, porque…, se han dicho y se dicen tantas cosas de Él que “han tocado la flauta y no hemos bailado”.
Lo hemos visto hecho amor y perdón, y
crucificado “y no somos
capaces de llorar” ni creer.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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