TODO PUEDE CONVERTIRSE
EN NEGOCIO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Ezequiel 47,1-2.8-9.12
Salmos 45 |
Jesús purifica el templo 13 Como se acercaba la fiesta de la Pascual de los judíos, Jesús fue a Jerusalén; 14 y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los que tenían puestos donde cambiar el dinero. 15 Al ver aquello, Jesús hizo un látigo con unas cuerdas y los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los bueyes. Arrojó al suelo las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. 16 A los vendedores de palomas les dijo: –¡Sacad eso de aquí! ¡No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre! 17 Sus discípulos recordaron entonces la Escritura que dice: “Me consumirá el celo por tu casa.” 18 Los judíos le preguntaron: –¿Qué prueba nos das de que tienes autoridad para actuar así? 19 Jesús les contestó: –Destruid este templo y en tres días lo levantaré. 20 Le dijeron los judíos: –Cuarenta y seis años tardaron en construir este templo , ¿y tú vas a levantarlo en tres días? 21 Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús" |
DÍA 9 NOVIEMBRE CICLO -B
Hoy casi todo se mide, de forma muy generalizada, por el beneficio que da, lo cual dificulta entender la vida como donación gratuita, que es vivirla desde el amor, e incapacita a discernir la misma verdad del amor recibido.
El
texto de hoy,
celebrando la Basílica de Letrán, la primera construida en Roma, puede ser causa de interrogante -como lo
fue para los mercaderes del Templo- al contemplar a Jesús, que
todo lo hizo bien, con un látigo en la mano y ver la casa de Dios convertida en negocio.
“Quitad esto
de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”
Sólo
la Verdad y el Amor no
se venden ni se convierten en negocio.
Verdad
revelada y Amor fue la Vida de Jesús,
pero desde la religiosidad y la fe, o desde las ideologías, nosotros podemos manipular la Verdad y el Amor
desde la propia condición humana o por egoísmo y, lo más contradictorio, acusarnos
unos a otros de falta de testimonio.
“¿Qué signos
nos muestras para obrar así?”
La demostración de “poder hacer” lo que hizo Jesús no
fue suficiente para convencerse de quién era. Nadie se atrevió a tocarle incluso viendo, los judíos, su negocio por tierra.
Su
poder manifestado en Amor no fue reconocido.
“Destruid
este templo, y en tres días lo levantaré”
Detengámonos
en esta frase para entender el gesto de
Jesús.
Quien
no crea que Jesús es el Templo, es
decir, Presencia de Dios, puede no
interpretar bien su gesto; nosotros también
podemos seguir convirtiendo los templos y
la propia vida, de creyentes o no, en
negocio.
Las
Basílicas y los templos son para celebrar en Comunidad la fe. Pueden
ser contempladas como arte, pero no
dejan de ser piedras de las que se
puede destruir su belleza.
Por
ningún templo ha dado la vida Jesús
Lo
que nos dice el texto es que, si Jesús es el Templo, que reconstruyó al tercer día con su
Resurrección, para Dios nosotros somos los verdaderos templos llamados a vivir en verdad y amor; y seremos reconstruidos tras la muerte.
Hoy
Dios,
uno y trino, no coge el látigo como lo
cogió Jesús en su tiempo.
Nosotros
nos podemos convertir en hijos pródigos
y, sin irnos de casa, vivir de una
hacienda gratuita olvidando que somos todos
iguales en dignidad.
Podemos
destruirnos convirtiendo la Verdad y el Amor
en negocio; creando un espectáculo impropio de seres humanos, mientras Jesús levanta
con su mano a todos los
inocentes destruidos, que el Padre espera y abraza
No
critiquemos el texto y dejemos de juzgarnos; más bien meditemos:
“¡Si conociéramos el Don de Dios! “
F.
Allara
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