sábado, 23 de noviembre de 2024

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Daniel 7,13-14

Apocalipsis 1,5-8

Juan 18, 33-37

33 Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:
–¿Eres tú el Rey de los judíos?
34 Jesús le dijo:
–¿Eso lo preguntas tú de tu propia cuenta o porque otros te lo han dicho de mí?
35 Le contestó Pilato:
–¿Acaso yo soy judío? Los de tu nación y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
36 Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si lo fuese, mis servidores habrían luchado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
37 Le preguntó entonces Pilato:
–¿Así que tú eres rey?
Jesús le contestó:
–Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan"

XXXIV DOMINGO TIEMPO Or  CICLO  -B

JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

Jesús fue interrogado por un Procurador romano, pero no se le procesó jurisdiccionalmente.  

Le condenaron sin haberle hecho justicia, como se condena a los mártires o a las personas rechazadas por su religión o ideología.

Pilatos le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?”

Podía haber oído hablar de Jesús, pero no lo conocía.

“¿Dices esto por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?”

Jesús nos hace hoy a nosotros esa misma pregunta.

¿Creemos por habernos planteado seriamente la fe o la aceptamos a nuestra manera; desde lo que supone una respuesta positiva, indiferente, o negativa a Dios y a su Hijo enviado?

¿Somos conscientes de que siempre hay pensadores y poderes que programan por los que no piensan, y la trascendencia que supone para el orden social?

La vida espiritual es la de todo ser humano consciente de ser quién es. Donde no la hay “lo que se dice y se hace” suele ser lo que dicen y hacen “algunos”.

“¿Acaso soy yo judío?”

Pilato era Procurador de Roma.

Hoy, desde nuestra “autonomía ambiental”, ¿sabemos de quién somos?

La fe en la propia autonomía es un error; siempre somos de alguien o para algo.

“Mi Reino no es de este mundo

mi Reino no es de aquí”

Esta afirmación es de suma relevancia e importancia porque habla de dos palabras casi ofensivas para el hombre moderno: trascendencia y revelación.

Jesús, desde que comenzó su mesianismo, habla de “haber sido enviado” y que “el Reino de Dios está cerca”, y más tarde que “está entre nosotros”

Estos días hemos escuchado que Jesús lloró contemplando Jerusalén, que por no haberle reconocido iba a ser destruida

Su Presencia real hoy, por medio de la Iglesia, nos está diciendo lo mismo y el cielo, no sé cómo, sigue llorando ante la increencia generalizada del hombre moderno.

Pilatos pasa de estas palabras y centra el diálogo en lo puramente político.

“Entonces, ¿tú eres rey?”

Es lo que le apuntan las autoridades judías para desviarle de no encontrar nada que justifique poder condenarle.

Jesús contesta sin temer las consecuencias por decir la verdad, aun sabiendo que no la van a interpretar bien, sino que la van a usar para su condena:  “Tú lo dices”, pero no has escuchado, Pilatos, de dónde procede mi reinado.

“¡Soy Rey! Para esto he nacido y 

para esto he venido al mundo:

para dar testimonio de La Verdad.

·       Ayer fuiste condenado, sin juicio, por no aceptar tu trascendencia, tu revelación y por decir que, frente a la multiplicidad de dioses y verdades, Dios Es la única Verdad.

·       También hoy es condenado por todos los que se rigen y viven desde sus verdades.

Desde la religión malentendida y desde las ideologías se programan e imponen sus verdades sobre los demás, como las autoridades agitaron las masas contra Jesús.

“Todo el que es de la Verdad escucha mi voz”

Los Maestros de la Ley, los publicanos y los fariseos no eran de la verdad y no escucharon a Jesús, aunque vivían referidos a Dios desde la Ley de Moisés.

Por esto nos tenemos que preguntar de quién somos y qué voces escuchamos para saber quiénes somos realmente; peor si no somos de nadie.

¡Qué difícil es conjugar los contenidos de las palabras: Dios, Cristo, Jesús, Verdad, Amor!

Difícil porque su objetividad, su legitimidad es trascendente, revelada y ofrecida como don del Reino que no es de este mundo.

No corresponder a la fe, que nos viene objetivada por la Iglesia católica, es caer en la posibilidad de vivir de nuestras verdades parceladas del Credo y de la Verdad.  

·       Ser de La Verdad es no hacer verdades de lo que creemos, porque es Jesús quien añade: “Yo Soy La Verdad, y a un ser humano, y menos a Él, divino, no se le divide.

·       Ser de La Verdad es ser de Jesús, por Jesús y para Jesús.  

“Con y por Él” tenemos conocimiento del Padre, por el Espíritu Santo, para amar y servir al prójimo en quien hemos de ver la presencia de Dios.

Prójimo es su Presencia real sacramentada, signo del más grande Amor divino, que sabiendo de nuestra soledad humana no nos abandona, aunque se tengan las manos llenas.

Donde hay solo poder Dios no está.

Creer en el Amor divino, creer en Dios, es aceptar un estado de vida martirial aunque no se materialice el martirio.

Es vivir sin ser aceptados incluso por los seres amados y por quienes nos aman.

Cuestión que no nos planteamos y que abunda dentro de los hogares donde se contradice el amor; pues no se trata de imponer la fe, sino de no ver relativizada la verdad del amor.

Suele ser más real el amor a quien no nos acepta, que a quien nos acepta.

¡Difícil es ser testigos de la Verdad y del Amor; difícil ser testigos de Dios!

Tampoco el amor a una persona puede parcelarse. El amor ama o no ama.

S. Agustín, ante la pregunta ¿qué es el amor?, dice: “El amor es el hecho mismo de amar”.

El amor es integrador. ¡Si nos dejáramos llevar de la verdad del amor! ¡Qué fácil sería la luz de la Verdad, la aceptación de Dios y la felicidad de amar y ser amados!

Una mujer se contentaba con las migajas, nosotros ¡cuántas veces despreciamos la Mesa y el Pan, mientras abunda la santidad desconocida!                                 

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA


s. Crisógono, mártir de Aquileia



POR LA ETERNIDAD...






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