JESÚS, CON SU RESURRECCIÓN,
LO HACE TODO NUEVO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Apocalipsis 11,4-12
Salmos 143 |
DÍA 23 NOVIEMBRE CICLO -B
En mi reflexión compartida siempre deseo y busco la paz y la unidad dentro de la Iglesia, nunca la polémica.
Pienso
que es necesario objetivar nuestra fe para creer
y poder dialogar desde los textos
de Jesús; no hablar de culpas ni
culpabilizar; depende de lo que
creemos y cómo creemos para deducir lo
que decimos.
Los
creyentes católicos
sería conveniente que rezáramos y comentáramos, personalmente, el Credo de los Apóstoles para concienciarnos de lo que creemos de Dios.
¿Dónde
apoyamos nuestra fe para que no sea una pura subjetividad?
Dios
nos da la virtud y nos pide que busquemos la garantía de lo creemos; solos
no podemos tener la seguridad de nuestra fe,
ni de Dios.
Para
creer en Jesús su Pueblo se acogía a la Ley, y no pudo creer en Jesús.
Si
decimos que creemos en Él, ¿qué
referencia tiene nuestra fe?
Los
creyentes teologizamos, predicamos
y hablamos de Cristo.
· Una
cosa es el positivo pluralismo
intraeclesial y
· Otra
lo que deshace su unidad.
La unidad es la “esencia testimonial” orada por el mismo
Jesús al Padre.
El
Credo habla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y de la Santa Iglesia católica.
Santa
es su Cabeza, que es Cristo resucitado.
La
Iglesia es el Cuerpo de Cristo, es decir, todos los bautizados que recibimos el
Espíritu Santo.
¿Esto
es signo de que “todos somos maestros”?; Jesús dijo que nadie tome este nombre porque sólo lo es Él.
Muy
importante crecer en el conocimiento de la Escritura; siempre apoyándonos en la
Iglesia para tener la garantía de su “canonicidad”; a partir de aquí todo
“saber, instrucción y cultura” debe conducir al bien de la Iglesia. Un creyente
católico no puede parcelar el Credo.
En
todos nosotros, por el Bautismo, habita el Espíritu Santo, pero preguntémonos:
¿A
quién debemos obedecer para ser testigos
de la UNIDAD ESENCIAL DE LA IGLESIA, por la que Oró Jesús el día antes de
su Pasión, muerte y Resurrección?
La
virtud de la fe,
que nos da Dios, no permite parcializar el Credo, que recibimos como garantía desde la
Iglesia.
“¿Esta mujer, en la resurrección, de quién de los siete será la
esposa?
¿Tenían
razón los saduceos? ¿Por qué decimos que la tiene Jesús?
Apoyados
en la Ley
había discrepancia entre saduceos y fariseos.
¿Hay
unidad de criterio entre los bautizados creyentes de la Iglesia católica?
“En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo…, pero en la
resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en
matrimonio, porque no podrán morir nunca más”
“Pues ya no pueden morir,
ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la
resurrección”
Los
Santos,
desde el mismo Jesús, han sido revolucionarios desde el amor, pero todos con testimonio de fidelidad a Cristo y a la Iglesia católica.
Francisco,
Teresa de Jesús, Teresa Lisieux, Juan de la Cruz, Duns Scoto…
Si
dudamos o no creemos en la Iglesia, ¿cómo podemos desear que se nos crea en su
Nombre?
Meditemos que significa que Dios no lo sea de muertos.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario