jueves, 21 de noviembre de 2024

MI CASA ES CASA DE ORACIÓN

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Apocalipsis 10,8-11

Salmos 118

Lucas 19,45-48

Jesús purifica el templos
(Mt 21.12-17; Mc 11.15-19; Jn 2.13-22)
45 Después de esto, Jesús entró en el templo y comenzó a expulsar a los que allí estaban vendiendo. 46 Les dijo:
–En las Escrituras se dice: ‘Mi casa será casa de oración’, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
47 Todos los días enseñaba Jesús en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y también los jefes del pueblo andaban buscando cómo matarlo. 48 Pero no encontraban la manera de hacerlo, porque toda la gente le escuchaba con gran atención"


DÍA 22 NOVIEMBRE  CICLO -B

Oración es vivir relacionados con Dios. Decir que oramos significa que estamos hablando con un Dios real y personal.

Podemos tener relación con todas las criaturas del universo siempre conscientes de que el elemento personal somos nosotros.

·       Las criaturas se relacionan desde nuestra subjetividad.

·       Las criaturas domesticadas nos muestran su sensibilidad afectiva con fidelidad ejemplar instintiva.

Creo que es importante reconocer que sólo nos podemos relacionar con un Ser divino conocido, desde nuestra medida; sólo puede ser conocido si Él, desde su iniciativa, se ha revelado.

Nuestra relación-oración con Dios es lógica y creíble desde aceptar su revelación.

Una persona no creyente apenas puede entender nuestra relación con Dios.

Y la oración con un dios no revelado debe aceptarse como relación con un dios desconocido.

No hablo de medida de verdad ni del valor que pueda tener cada relación-oración.

¡Sólo Dios sabe quien le sirve!

Para el pueblo judío el Templo era el lugar de la Presencia del Dios que lo había rescatado de la esclavitud en Egipto.

Hoy el Pueblo expectante del Mesías sigue orando ante el resto del Templo que sigue siendo el lugar de la Presencia del Dios desde su fe.

Nuestros templos son lugares donde las Comunidades rezan y celebran su fe, conscientes de ser Comunidad más que individualidades creyentes.

Para los creyentes católicos el Templo es Jesús resucitado, en quien creemos en “espíritu y verdad”, celebrado en la liturgia y los sacramentos.

Desde la fe en Cristo creemos que Dios, uno y trino, nos creó para ser casa de oración.

Por el Bautismo somos templos del Espíritu Santo, es decir, nosotros somos “el lugar” de la oración.

Desde la disposición de cada uno, en aceptar lo que Dios ha dicho y hecho para ser conocido, creído y amado, es por lo que podemos entender el signo del texto de hoy, ocurrido ayer pero “vigente en el hoy de nuestra vida”.

Jesús entró en el Templo y se puso a echar a los vendedores

“Escrito está. “Mi casa es casa de oración”;

pero vosotros la habéis convertido en una cueva de bandidos”

Las ofrendas del culto a Dios se habían convertido en un negocio.

Todos nos tenemos que examinar, seamos o no creyentes porque, nuestra casa es el templo donde se da culto a Dios y al prójimo en verdad o la podemos convertir en templo de negocio.

Dejemos de mirar y juzgar lo que pasa fuera de nosotros.

El templo que contempla Dios, como “lugar” propio para amar, es cada uno de nuestros íntimos hogares, nuestro interior.

Ayer se le quiso quitar de en medio por Ser la Verdad que acusaba.

A nadie molesta Dios cuando se vive en verdad

 F. Allara

SANATORAL DEL DÍA

s. Cecilia, virgen y mártir, 

en el cementerio de Calixto



FUEGO





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