martes, 26 de noviembre de 2024

 CRISTO ESTABLECIÓ LA PAZ, 

LA QUE EL HOMBRE NO QUIERE

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Apocalipsis 15,1-4

Salmos 97

Lucas 21, 12-19

12 “Pero antes de eso os echarán mano y os perseguirán: os llevarán a juicio en las sinagogas, os meterán en la cárcel y os conducirán ante reyes y gobernadores por causa mía. 13 Así tendréis oportunidad de dar testimonio de mí. 14 Haceos el propósito de no preparar de antemano vuestra defensa, 15 porque yo os daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de vuestros enemigos podrá resistiros ni contradeciros en nada. 16 Pero seréis traicionados incluso por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de vosotros 17 y todo el mundo os odiará por causa mía, 18 pero no se perderá ni un solo cabello de vuestra cabeza. 19 ¡Permaneced firmes y salvaréis vuestra vida!"

DÍA 27 NOVIEMBRE  CICLO  -B

Comprobamos que, desde la antigua forma de pensar, la fuerza lógica de la razón y del corazón, y la voluntad de desear el verdadero crecimiento humano, es cómo el hombre llegó a la necesidad de un “principio increado” y “uno”; al convencimiento de que la virtud y “la justicia” era el camino de la Humanidad para una posible convivencia humana en paz.

Hoy se aleja al hombre del conocimiento de la filosofía clásica, fundamento del pensar humano; se inclina por la filosofía humanista oriental, que orienta a vencerse a sí mismo con la voluntad sin necesitar a Dios.

Dios nos revela al ser humanouno”, en la diferencia de mujer-hombre, como signo de igualdad y de dignidad de todos los seres humanos; desde las primeras páginas de la Escritura.

El alma inmortal, creada por Dios para cada uno, es el fundamento de la dignidad y la igualdad. Principio esencial que no acepta el hombre.

Por este derecho, “universal e inviolable”, Cristo estableció la Paz.

El desprecio de este principio es la causa que provoca la lucha del hombre contra el hombre; y la injusticia de condenar a quienes se desviven por la justicia revelándose contrarios al poder y, a los que desean la paz con criterios ideológicos o religiosos “de partido”.

Desde esta forma de pensar nunca será la “paz verdadera”, la cual no mira raza, cultura ni religión.

“Os perseguirán por causa de mi Nombre”

La contradicción humana es desear la paz y condenar a los que practican la justicia. Quien es testigo de ella entra en el terreno privado de los que no consienten que se destruya su manera de entender la paz.

En el Nombre de Jesús están todos los que se desviven por la paz y la justicia.

No están contra Jesús cuantos trabajan por el milagro de la paz esté donde esté su vida y su creencia.

Jesús dijo a sus discípulos:Quién practica el Bien está conmigo”

“Haced propósito de no preparar vuestra defensa”

Es lo que marca la diferencia de los que confían su causa sólo en Jesús.

Jesús hablaba a las gentes de su tiempo, y así ocurrió y sigue pasando también hoy por seguir sus huellas.

No hay verdadero amor compartido en los hogares, y en la sociedad, por la indiferencia, la increencia y la negación de su Mensaje y de su Vida divina.

El hogar es más que una comunidad educada que se respeta.

Hay maneras sutiles que alejan de vivir en comunión. El amor es objetivo.

“Vuestros padres y parientes, y hermanos, 

y amigos os traicionarán...

con vuestra perseverancia os salvaréis”

Así le pasó a Jesús.   ¡El Amor es el camino de la justicia y de la paz!

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Virgilio, obispo de Salisburgo



EN MI DEBILIDAD ME HACES FUERTE...






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