domingo, 27 de octubre de 2024

 TODA LA GENTE TRATABA DE TOCARLO

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Efesios 2,19-22

Salmos 18

Lucas 6,12-19

Jesús escoge a los doce apóstoles
(Mt 10.1-4; Mc 3.13-19)
12 Por aquellos días, Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. 13 Cuando se hizo de día, reunió a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales llamó apóstoles. 14 Estos fueron: Simón, a quien puso también el nombre de Pedro; Andrés, hermano de Simón; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo; Simón el celote, 16 Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que traicionó a Jesús.
Jesús enseña a mucha gente
(Mt 4.23-25)
17 Jesús bajó del cerro con ellos, y se detuvo en un llano. Se habían reunido allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, y de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían venido para oir a Jesús y para que los curase de sus enfermedades. 18 Los que sufrían a causa de espíritus impuros, también quedaban sanados. 19 Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía"

 

DÍA 28 OCTUBRE CICLO  B

¡Cuánto deberíamos agradecer de la Bondad de Dios la vida y la excelsitud de todo el ser humano! ¡Qué perfectos nos ha hecho Dios!

Lo reconocemos desde la fe.

·       Conocemos nuestro origen,

·       Vemos la trascendencia de Cristo para la vida humana.

Por Él sabemos de nuestra condición reconciliada, que significa haber vuelto al origen de la libertad; aunque desde la imperfección natural por haber roto la gratuita amistad con Dios.

Buscar la perfección, desde la fe, es procurar mantener la amistad que nos brinda Dios en Cristo por el Espíritu.

No se trata sólo de ser buenos, sino de asemejarnos a la Vida de Cristo.   

Los Apóstoles fueron elegidos por su nombre después de que Jesús pasara la noche orando, no para ser sólo buenas personas, sino para seguir a Jesús e identificarse con Él, para ser luego testigos del Hijo de Dios en el mundo, que vino a revelar la Verdad y ser luz para la noche de la vida del hombre que, siendo excelso en su ser, necesita algo más que existir y tener lo necesario para vivir. Necesita que su vida recobre su sentido y la esperanza en medio de la tribulación. 

Dios en Cristo se presentó humano, no sólo bueno. “Jesús pasó haciendo el bien” de una manera nueva. Su Amor superaba la Ley y todo amor humano conocido. Les sorprendía y atraía:

“Venían a oírlo y a que los curara de Judea, de Jerusalén, 

y de la costa de Tiro y de Sidón y toda la gente trataba de tocarlo.

Ser creyentes no es sólo haber crecido en el conocimiento de Dios.

La venida del Hijo al mundo y su realidad histórica, vivida y manifiesta en la Humanidad de Jesús de Nazaret, el Cristo, en quien creemos como Dios y Hombre verdadero, ha supuesto pasar de creer en Dios a ser miembros de su Cuerpo resucitado.

No necesitamos ver ni tocar a Jesús, ni saber cómo era humanamente.

El espíritu de la persona creyente le basta meditar quién es, por Gracia de Dios, más que entretenerse en detalles, que a veces rompen lo esencial de la fe, que es:

·       Creer en el Padre, que sigue dándonos a su Hijo cada día en el Altar,

·       Creer en Jesús Muerto y Resucitado por el Espíritu Santo,

·       Vivir de este Espíritu que se nos ha dado, y celebrarle sacramentalmente, participando de su Cuerpo resucitado, del cual formamos parte.

Jesús, saliendo al monte a orar y pasando toda la noche con Dios, nos enseña cómo hemos de vivir ante la importancia de nuestro acontecer.

“Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, llamados Apóstoles”

Vivimos en pleno Día, ¡Cristo ha resucitado!

Vivamos del gran don de ser parte de su Cuerpo, dejemos de creer desde la noche.                       

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

ss. Simone y Judas (Tadeo), apóstoles



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