miércoles, 2 de octubre de 2024

“TE SEGUIRÉ A DONDE VAYAS 

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

 Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 9, 57-62

Los que querían seguir a Jesús
(Mt 8.18-22)
57 Mientras iban de camino, un hombre dijo a Jesús:
–Señor, deseo seguirte adondequiera que vayas.
58 Jesús le contestó:
–Las zorras tienen cuevas y las aves nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.
59 Jesús dijo a otro:
–Sígueme.
Pero él respondió:
–Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
60 Jesús le contestó:
–Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el reino de Dios.
61 Otro le dijo:
–Señor, quiero seguirte, pero deja que primero me despida de los míos.
62 Jesús le contestó:
–El que pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás, no sirve para el reino de Dios"

"Te seguiré a dónde quiera que vayas"


Esta frase la dijo “uno” impactado por la forma de ser de Jesús.

La decisión de esta persona nos ayuda a deducir lo que nos puede pasar a cada uno de nosotros ante Jesús:

·       Asombrarnos por lo que producen en nosotros sus palabras,

·       Su libertad ante la Ley,

·       Su autoridad sobre los que tienen poder, sobre las personas y las criaturas, desde la verdad de un amor nunca experimentado.

Realmente Jesús debía mover a una admiración como para olvidarse de comer y seguirlo.

Esta actitud que es buena, a su vez es un error, porque Jesús no es solo “hombre” al que cada uno piensa que puede seguir o rechazar.

A todo ser humano hay que conocerle y reconocerle para saber quién es y quiénes somos nosotros para decidir sobre él.

La dignidad de cada persona dispone que, nadie tiene derecho a decidir, por sí mismo, optar por ella sin su su consentimiento. 

Si es así con cualquiera de los seres humanos, no deberíamos olvidar que Jesús es Dios y Hombre verdadero, por lo que, conocido o no, creído o no, exige del ser humano el respeto de un trato educado; no puede ser tratado como un igual a pesar de manifestarse realmente pobre y “como uno de tantos”.

Desde la fe “es la PALABRA por la que todo ha llegado a la existencia”.

Es de personas prudentes y cultas meditar que nos diga:

“Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nido,

pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.

Seguirle es llegar a ver con mayor asombro que finalmente su cabeza reclina muerta pendiente de una Cruz, revelando el Amor vivido.

“A otro le dijo: “Sígueme”

Es Él quien decide llamar y no a justos, sino a pecadores y a enemigos.

Podemos caer en el orgullo de “pensar que lo seguimos o que lo negamos”.

Seamos respetuosos y prudentes con Jesús, Hijo de Dios y, desde nuestra humilde cultura, por grande que sea, reflexionemos sobre la frase:

“¡Qué es el hombre para que te fijes en él!”

Somos la sombra de la huella de una punta de alfiler en el Universo.

Antes de discernir el sí, la duda, la indiferencia o la negación de Jesús interroguémonos  ante el hecho de existir sin habernos dado nosotros la vida. Por esto mismo “su llamada” es anterior a nuestro pensamiento.

La vida concreta de cada uno de nosotros es la respuesta a su llamada.

Meditar sobre ella es pedir Gracia para conocerle, creerle y amarle.

Sólo así “uno” puede sombrarse de poder vivir siguiendo a Jesús.

La prepotencia amaga la simplicidad del Amor y su experiencia.     

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

San Francisco de Borja  (clic en el nombre)


TE SEGUIRE...



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