INDIVIDUOS SÍ, PERO ENVIADOS
EN SOLITARIO NO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Lucas 10,1-12Los setenta y dos enviados 1 Después de esto escogió también el Señor a otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir. 2 Les dijo: “Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por eso, pedidle al Dueño de la mies que mande obreros a recogerla. 3 Andad y ved que os envío como a corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa ni monedero ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino. 5 Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: ‘Paz a esta casa.’ 6 Si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá. 7 Y quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, pues el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa. 8 Al llegar a un pueblo donde os reciban bien, comed lo que os ofrezcan; 9 y sanad a los enfermos del lugar y decidles: ‘El reino de Dios ya está cerca de vosotros.’ 10 Pero si llegáis a un pueblo y no os reciben, salid a las calles diciendo: 11 ‘¡Hasta el polvo de vuestro pueblo que se ha pegado a nuestros pies nos lo sacudimos en protesta contra vosotros! Pero sabed que el reino de Dios está cerca.’ 12 Os digo que, en aquel día, el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de Sodoma" |
Enviados desde la Comunidad,
Iglesia, en Nombre de Jesús
Jesús,
de entre sus seguidores, llamó a los
Doce, pero el texto nos dice que
“Designó el
Señor otros setenta y dos”
Jesús,
a los que le seguían, muy pronto les
envió a ir solos en su Nombre, a
pesar de ser enviados de dos en dos.
· Ir
solos es signo de individualidad.
· Ir
de dos en dos lo es para que
entendamos que, hacer o decir en Nombre
de Dios no es cuestión de
individualidades, sino de saber que somos enviados desde una Comunidad, siempre en su Nombre, y
hoy como Iglesia que somos.
La
Iglesia como Comunidad universal, católica, y cada uno desde
nuestra singularidad personal como bautizados, estamos en medio del mundo para
hacer y decir en Nombre de Jesús. Para
esto se nos ha dado el Espíritu Santo, como signo
de Amor y de unidad, como lo es en la Trinidad.
No
se nos “uniforma”, pero debemos tener muy presente que les enviaba “a todos los
pueblos y lugares adonde pensaba ir Él”. No para revisar a los enviados, pero sí para que
nuestra actitud sea pensar que, Jesús va con nosotros y ha de venir luego.
Es su Palabra y le esperamos.
“La mies es abundante y
los obreros pocos”
En
aquel entonces la mies era toda la
Humanidad, y hoy también.
Una
cosa es ayudar a que la Iglesia sea la de Cristo, y otra considerarnos
“redentores” de la misma.
Sólo
Cristo ha sido de una sola vez el Redentor.
Nosotros somos
evangelizadores enviados a “ir
por todas las naciones”.
“Mirad que os mando como
corderos en medio de lobos”
Así
se veía Él y así les advertía. Los lobos estaban dentro. Los de fuera lo
mataron por exigencia de los que
debían ser defensores del Mesías.
Ir en
su Nombre a evangelizar hoy no es cuestión de talega, alforja, ni sandalias, porque los tiempos han cambiado, pero Cristo es el de siempre.
“Cuando entréis en una casa, decir primero: “Paz a esta casa”
Para
crear un mundo en paz hay que vivir en paz por dentro y por
fuera.
No
somos enviados a combatir ni a competir, sino
a ir crecidos
en oración y en conocimiento de Cristo-Evangelio, con un corazón libre para
amar y saber crear espacios de unidad en el
mundo y en la Iglesia, a la
que pertenecemos y somos enviados en Nombre
de Cristo, con el signo de ir de dos en dos, es decir, enviados
por Ella.
Toda
palabra, acción y misión deben ser medios que den paz, la que llevamos
y en la que hemos de permanecer los enviados y quienes nos reciben.
“Si hay gente de paz,
descansará sobre ellos vuestra paz”
Jesús
estableció la Paz desde su Sabiduría revelada en la Luz de la Cruz.
La primera
condición como enviados en Nombre de
Jesús, desde la Iglesia, es ser instrumentos de paz en un mundo en guerra.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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