martes, 1 de octubre de 2024

 LOS ÁNGELES VEN CARA A CARA 

A MI PADRE

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

 Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Job 9,1-12.14-16

Salmos 87

Mt 18, 1-5.10

¿Quién es el más importante?
(Mc 9.33-37; Lc 9.46-48)
En aquella misma ocasión se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron:
– ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:
–Os aseguro que si no cambiáis y os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es aquel que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
10 “No despreciéis a ninguno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el cielo contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial"

DÍA 2 OCTUBRE  CICLO  -B

Leer el Evangelio exige el respeto de saber que tenemos un libro que, aun escrito por hombres, está en nuestras manos como Palabra de Dios.

Hablar de Dios es hacerlo desde la gratuidad del Don de la fe, y del agradecimiento por nuestra parte.

 Quien escucha la Palabra de Dios, o un comentario a Ella, no puede discernirla ni juzgarla desde solo sus propios sentimientos y su razón.

Nuestra actitud ante Dios y ante su Palabra es la medida de respuesta.

“En verdad os digo que, si no os convertís y

os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos”

Esta frase dicha por Jesús nos plantea el interrogante que he dicho en las primeras líneas.

Por esto Jesús nos pregunta: ¿Quién Soy para ti?

 Lo que se cree o no de Él -como de cualquier persona- es lo son para cada uno de nosotros sus palabras.

·       Un niño es un ser dependiente y necesitado; y un adulto lo somos tal vez más. Lo que pide un niño es prácticamente lo que pedimos los adultos.

·       Un niño necesita de los demás, y un adulto también.

·       Un niño tiene necesidad de conocer; por esto pone interés en escuchar; es lo que necesitamos los adultos, durante toda la vida. la virtud de querer y saber escuchar con la naturalidad como lo hace  un niño.

·       Un niño aprende de la realidad que le ofrece la vida, mérito que no siempre consigue quien se considera adulto y se rebela ante la realidad.

·       Un niño está abierto al misterio, porque todo lo es para él despertando a la vida.

Los adultos somos un misterio y ponemos en duda la Verdad.

Convertirnos a "ser niño" no es volver al seno materno, pero sí reconocer las actitudes que conservamos desde el seno materno, aunque no lo creamos.

Es necesario para entrar en el Reino de los cielos. Lo vemos en la transparencia de la mirada de un niño; muchos lo supieron ver en la mirada de Jesús y en sus palabras y hechos.

Desde entonces realmente su Reino está aquí.

Acoger a un niño es saber mirarse a sí mismo.

·       De esta manera no nos resultará extraña la palabra conversión.

·       De esta manera tan sencilla como lógica, para una razón de adulto, si es humilde como lo es un niño, entenderá algo tan maravilloso como:

“El que acoge a un niño en mi Nombre me acoge a Mí”

Quien se reconoce con las virtudes naturales de un niño, y se acepta a sí mismo con ellas, le resulta natural y sencillo acoger a Jesús.

“Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños”

¡De qué manera tan natural nos podemos despreciar a nosotros mismos!

Es la manera de problematizar lo que los niños sin esfuerzo entienden.

Lo dijo Jesús: “Sus Ángeles ven al Padre cara a cara”

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

ss. Angeles Custodios

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