“EL QUE NO ESTÁ CONTRA MÍ
ESTÁ A FAVOR NUESTRO"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Números 11, 25-29
Santiago 5, 1-6
Marcos 9, 37-42.44.46-47
37 –El que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, no solo me recibe a mí, sino también a aquel que me envió. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor 38 Juan le dijo: –Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; pero se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros. 39 Jesús contestó: –No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. 41 El que os dé aunque solo sea un vaso de agua por ser vosotros de Cristo, os aseguro que tendrá su recompensa. El peligro de caer en pecado 42 “Al que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. |
| 44 ] v |
| 46 ] 47 Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo; es mejor para ti entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que con los dos ojos ser arrojado al infierno" |
| DOMINGO XXVI T. Or CICLO B |
Números 11,25-29
Moisés,
aunque vivía en la corte del Faraón y tenía la vida asegurada, no era hombre de saber hablar, y la huella de su origen le hizo actuar.
Todo tiene su razón de ser desde Dios, que
mueve las piezas preparando encuentros.
Necesitó
de su hermano Aarón para ir ante el Faraón, sin embargo poseía el Espíritu y guiaba al Pueblo profetizando cuando
no había llegado el tiempo del profetismo.
Era
mucha la carga que llevaban sus espaldas conduciendo
al Pueblo salido de Egipto.
El
Señor que hablaba con Moisés
“Tomó el Espíritu que tenía y lo dio a los Setenta ancianos”
Eldad y Medad eran dos de los setenta, y
no se presentaron delante del Tabernáculo
pero el Espíritu también se posó sobre ellos.
Josué,
su ayudante, le dijo:
“Moisés, señor mío,
prohíbeselo. Moisés respondió:
-
Ojalá todo el Pueblo del Señor tuviera el don de profecía,
-
y que el Señor diera a todos su Espíritu.
El
deseo de Moisés se ha cumplido. Dios nos
ha dado su Espíritu.
Creer en el Espíritu Santo es haber
aceptado la fe en el Dios uno y trino.
Hemos
recibido el Espíritu Santo en el bautismo
para
conocer a Cristo y ser testigos suyos en
medio del mundo.
Creer es saber escuchar antes
de hablar de Dios.
Santiago 5,1-6
Santiago,
como buen Apóstol, se preocupa por nuestra salvación eterna.
Sabemos
que podemos ser ricos de muchas
maneras, no solo de bienes materiales.
·
Con
las que menos pensamos y podemos utilizar
buscando nuestro propio beneficio son
las riquezas espirituales.
·
Los
dones recibidos
para
bien de los demás y que
pueden servir para acumular pan sustraído
de los indefensos o de quien posee menos talentos.
¡Cuánto
nos hemos de examinar los pastores, los
religiosos, los esposos, los padres, los profesionales, y todos y cada uno
sobre el modo y manera de tratar a Dios y
al prójimo!
·
El
más próximo es el Espíritu Santo en nosotros, y por El, Cristo resucitado;
luego los más allegados como familia, sin olvidar que somos miembros de toda la Humanidad.
Mc 9,38-43.45-48
“Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu Nombre,
y
se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros”
Ahí
vemos la riqueza espiritual haciendo juicio sobre el actuar de uno.
Los
discípulos de Jesús estaban en período de
formación, y su madurez en la fe distaba
mucho de la de Moisés, que ante
una situación parecida profetizó como era, hombre de Dios.
Los discípulos de Jesús aún no eran de Jesús,
por esto son capaces de pensar que tienen
la exclusiva de hacer bien.
Dios es quien crea gentes de buen corazón, que
hacen el bien sin
saber que “son de Cristo”. Éstos, si tuvieran la posibilidad de conocerle, serían fieles
discípulos.
·
Quien
sienta y viva desde el criterio “no es de los nuestros”,
aunque sea “practicante” en la Liturgia de la Iglesia y Sacramentos, no es de Cristo.
Jesús respondió:
“No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi Nombre
no puede luego hablar mal de Mí”
Liberar
a una persona de su enemigo es
considerado por Dios como un milagro.
·
Quien
vive creando compartimentos estancos pensando que, muchos “no son de los nuestros” es
posible que Jesús le prohibiera decir y
hacer en su Nombre.
·
Quien
separa y divide
no hace ningún milagro en Nombre de
Jesús, sino que contradice su misma oración en la Última Cena: “Padre,
que todos sean uno”
¿Qué es hablar bien de Jesús?
“No recortar nada” de lo que ha dicho y ha hecho y mandado hacer como Hijo
enviado por el Padre.
Hablamos
mal de una persona cuando “recortamos lo más cualificado y propio” de lo que es ella.
Dentro de la fe de la Iglesia católica podemos hablar mal de Jesús si recortamos de
Él cuestiones esenciales “creadoras de cismas”.
“El que no está contra Mi está a favor nuestro”
Fijémonos
en el detalle, parece lo más lógico de la frase: el que no está contra Mí está a mi favor, sin embargo dice: está
a favor nuestro.
Para Jesús todos formamos parte de su
Cuerpo. La fe es un signo de muchos cristianos
que
viven el sentido de pertenencia a una
Comunidad.
Y,
en esta Comunidad “somos uno” en el
Cuerpo resucitado de Cristo, donde no cabe la intención de pensar que algunos no son de los nuestros. Quien
así piensa que sepa que no es de los
discípulos que Cristo educa.
Lo
que sigue es más duro que el texto de Santiago sobre la riqueza.
“El que escandalice a uno de estos pequeñuelos (no tanto niños
cuanto al más pobre e insignificante) que creen
(es decir, que tiene su fe cierta en Dios), más
le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al
mar”
Es
para meditar lo que supone para Dios darnos
la FE.
Después
de la vida es el mayor y mejor regalo
que nos puede hacer.
·
Es
más que dar luz a la razón;
·
Es
poder ver desde la misma Luz. Por
esto cuanto menos quiera ver y comprobar
la razón, menos le ciega la Luz de
la Fe.
Lo
que sigue del texto lo hemos de leer
pensando en lo que somos capaces de hacer
por alcanzar o no perder lo que para nosotros es una riqueza.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
ARCÁNGELES SAN GABRIEL, MIGUEL Y RAFAEL
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