¡DICHOSOS LOS POBRES…!
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
1 Corintios 7,25-31
Salmos 44
Lucas 6,20-26
DÍA 11 SEPTIEMBRE CICLO B
El Pueblo elegido, hasta que fue deportado a Babilonia, no se plantea la necesidad de catequizar a quienes tienen ideas confusas sobre Dios y la creación. Su Pueblo es testigo de su fe en Dios Creador.
Dios
crea el Universo para todos los seres humanos.
Hay “pobres” que confunden su dignidad humana con su poder.
Cuanto más pobre, mayor es el ansia de riqueza; y cuanta más riqueza, más
poder para enriquecerse. Este ser humano
es insaciable; piensa que ya no es pobre;
cree que ha conseguido, con lo que
posee y dispone, una seguridad
humana satisfactoria.
La presencia
de esta persona en el mundo marca una diferencia entre ella y los que, “cree
o piensa” que son pobres porque no disponen lo que ella ostenta tener.
· Llega Jesús y dice que son
bienaventurados los
pobres.
Sus palabras no significan que, para ser dichoso
hay que renunciar a lo que Dios ha creado para nosotros, material y
espiritualmente.
La
diferencia entre ricos y pobres no la ha creado Dios sino el hombre. Aquí
nombro “al hombre” porque, más que la mujer, a nivel político,
social y religioso, han creado
diferencias entre ambos.
Lo que hace Jesús es responder a nuestra inquietud por ser ricos, proclamando las Bienaventuranzas como
camino hacia un sentido de libertad y
felicidad que no la encuentra el rico ni el pobre.
“Dichosos los pobres,
porque vuestro es el Reino de los cielos”
Ser
pobre es una opción posible de la
libertad humana; porque
“pobre” lo es el rico y el pobre en
la medida en que, su intimidad no encuentra
la libertad y la felicidad deseadas
en cada uno de los dos estados de
vida.
De
ambos es la ansiedad;
· Uno
por desear ser más rico y, por temor a perder la seguridad de su riqueza y,
· El
otro por contemplar al rico desde su
criterio de pobre considerándolo
feliz.
Algunas veces he repetido que, el Reino
de los cielos lo ha establecido Jesús en el aquí del tiempo y que lo difícil es entrar, ahora y aquí, en lo que significa para el bien humano vivir
la vida desde la sabiduría divina.
“Cristo, siendo de Naturaleza divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario,
se despojó de sí mismo, tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres”. Fil. 2,6-7
Nosotros
somos los esclavos y Él ha tomado
nuestra condición.
Escuchar
y entender a Jesús en el aquí de nuestro tiempo es hallar el sentido integral a
la vida y entrar en el saber del
Reino de los cielos.
Ser
pobre no es carecer de lo necesario
para vivir
.
Ahí está el ¡ay de vosotros, los ricos!,
porque muchos, no sólo son pobres, sino
míseros.
En
amor es más rico quien no desea poseer criaturas, y menos a personas, que quien
se considera dueño de todo lo que tiene.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
ss. Proto y Jacinto, mártires en la via Salaria
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