jueves, 29 de agosto de 2024

PUEDE SER FÁCIL EL SUEÑO 

CUANDO EL ESPOSO TARDA


 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

Animación a la lectura 
PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer) 

1 Corintios 1, 17-25

Salmos 32

Mateo 25,1-13

Parábola de las diez muchachas
“El reino de los cielos podrá entonces compararse a diez muchachas que, en una boda, tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no tomaron aceite de repuesto; en cambio, las previsoras llevaron frascos de aceite además de las lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les entró sueño a todas y se durmieron. Cerca de medianoche se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salid a recibirle!’ Entonces todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dadnos un poco de vuestro aceite, porque nuestras lámparas van a apagarse.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque entonces no alcanzará para nosotras ni para vosotras. Más vale que vayáis a donde lo venden y compréis para vosotras mismas.’ 10 Pero mientras las cinco muchachas iban a comprar el aceite, llegó el novio; y las que habían sido previsoras entraron con él a la fiesta de la boda, y se cerró la puerta. 11 Llegaron después las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ 12 Pero él les contestó: ‘Os aseguro que no sé quiénes sois.’
13 “Permaneced despiertos –añadió Jesús–, porque no sabéis el día ni la hora"

DÍA 30 AGOSTO  CICLO   -B

Los creyentes, bautizados en Cristo, somos miembros de una Comunidad visible. Sabemos quién es el Esposo.

 No somos seres anónimos, que podemos vivir la fe de forma “¡tan personal!” que, nos olvidamos de  la responsabilidad que tenemos con los prójimos que viven la misma fe en Cristo y, el derecho de vernos celebrándola juntos.

La Fe no es nuestra para poder vivirla sin los demás, porque creer en Jesús es aceptar que en Él estamos todos.


“El Reino de los cielos se parece a diez doncellas, 

que esperan al esposo”


Sentido de comunidad y sentido trascendente del Esposo.

Nadie queda abandonado; toda la Iglesia tiene Esposo.

Dios lo es todo en todos por las Bodas del Cordero con la Humanidad hecha realidad en la Comunidad eclesial, que es enviada a dar la Buena noticia a todas las naciones.

El Esposo vino a celebrar su Boda especial, anunciada ya en la de Caná de Galilea, donde el agua de la purificación fue convertida en vino nuevo, en cantidad desmedida, para lo que quedaba de la boda.

Sólo desde la fe puede entenderse la boda celebrada con máximo Amor en el Calvario.

Desde la fe cabe la objetividad de que el “Amor muera de amor”.

Vivimos en el “ya” del todo realizado, pero en el “todavía no en su plenitud, para entender el significado de la parábola.

El Esposo ha de volver; la Iglesia vive con esta esperanza positiva porque, Jesús vuelve para poner fin al tiempo de la tribulación y, llevar a la Gloria a los vivientes que queden cuando regrese visible el Crucificado-Resucitado

Igual como en su Resurrección visitó a los que esperaban su triunfo, vuelve para los que esperamos con fe el final de los tiempos.

Dejemos de temer y, sobre todo, de marcar nosotros los tiempos; porque, bien lo dijo Jesús, aunque Él lo supiera, que el final sólo lo sabe el Padre.


“Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes”


La necedad está en pensar que el Esposo tarda, o que todo es un mito.

Lo propio de la necedad es que, ante el absurdo de la vida, “nos de sueño” y, soñar es vivir con esperanza de futuro desde la soledad de la nada.

Las doncellas eran necias por la contradicción de esperar sin prevenir.


“Todas se durmieron”


Las prudentes podían dormir desde “el sueño” de una esperanza segura.

Las prisas las tendremos cuando “los signos” digan que viene el Esposo.

No veamos en esta parábola una falta de caridad de parte de las doncellas prudentes.

La enseñanza que nos da es, precisamente, la de ser prudentes.

“Mientras iban a comprar “el aceite” llegó el Esposo; las preparadas entraron al banquete y se cerró la puerta

¿Nos podemos quejar por falta de Amor divino?       

F. Allara


SANTORAL DE DÍA

ss. Félix, sacerdote, y Adauto, 

mártires en la via Ostiense




LÁMPARA ENCENDIDA





 

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