JESÚS FUE A SU CIUDAD
Y SE PUSO A ENSEÑAR
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Jeremías 26,1-9
Mateo 13,54-58
54 Y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía:
DÍA 2 AGOSTO CICLO - B
La frase parece
normal pero no lo es. Jesús vivió en
Nazaret desde que llegaron de Egipto, por miedo a Herodes. Creció como un
niño más y tomo el oficio de carpintero de
su padre José; así era conocido y creído como
ciudadano con sus coetáneos.
“Llegada la Hora”
se fue de casa para empezar una vida
de Misión.
Por esto dice que
regresó a su ciudad de Nazaret, aunque
fuera una pequeña comunidad de Galilea, casi desconocida fuera de ella.
"Jesús fue a su ciudad y
se puso a enseñar en la Sinagoga"
Jesús vuelve con los suyos y se atreve a enseñar.
La gente decía
admirada:
“¿De dónde
saca este esa sabiduría?”
No nos debe
parecer extraño que no lo aceptaran.
Lo que nos sorprende es que, quienes le escuchan hablan de su sabiduría. Le oían explicar las Escrituras como nunca habían escuchado antes. Por tanto, lo que no aceptan es la sabiduría de Jesús.
Esta es la absurda necedad de la pobre condición
humana,
Cuando alguien enseña con sabiduría, dando a entender
con sencillez algo que no se conocía, se
yerra al no aceptar su sabiduría por
solo conocer su procedencia, considerada
pobre para acreditar lo que comunica.
Sobra la pregunta
“de dónde
saca la sabiduría”
Es la tentación
que tuvieron sus coetáneos y la que podemos tener nosotros.
Hoy, como siempre, la Iglesia, por medio del Papa y de todos los
que somos miembros de Ella como bautizados, cada uno desde su lugar, ocupado por Gracia, enseña una
sabiduría escondida propia del
Espíritu Santo.
Si las autoridades hubieran reconocido que “es
sabiduría de Dios” no habrían crucificado a Jesús.
Hoy, todo lo que
huele a Dios parece de dudosa
procedencia.
Sus coetáneos de
Nazaret dudaron de la sabiduría de Jesús por su procedencia.
No pensaron que
podía proceder de posición más
elevada y empezaron a negar al Dios cercano, como ha ocurrido
siempre y más en nuestro tiempo.
Pensemos que en el
Dios lejano y desconocido se sigue creyendo fácilmente; de quien se duda o se niega es del Dios cercano. Esto
tiene una lógica.
La fe en el Dios lejano puede no comprometer la vida, pero el Dios
cercano, como Jesús, enseñando en la Sinagoga de Nazaret y luego con sus palabras
y su vida, acercándose a todos los
marginados de la Ley, dando un giro a la sabiduría de los Maestros, desde los doce años es el Dios no entendido y, como su sabiduría
es innegable, la negación se sostiene apoyándose en su procedencia divina revelada. “Desconfiaron de él”.
“Sólo en
su tierra y en su casa desprecian a un profeta”
El Pueblo entendió esta frase, porque sabía que un profeta era el que hablaba en Nombre de Dios, por encima de la autoridad del Ungido.
F.Allara
SANTORAL DEL DÍA
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