DIOS MERECE SER RESPETADO
Y TAMBIEN EL SER HUMANO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Jeremías 26,11-16.24 |
Salmos 68 |
Mateo 14,1-12
Muerte de Juan el Bautista 1 Por aquel mismo tiempo, Herodes, que gobernaba en Galilea, oyó hablar de Jesús 2 y dijo a los que tenía a su servicio: –Ese es Juan el Bautista. Ha resucitado, y por eso tiene poderes milagrosos. 3 Es que Herodes había hecho apresar a Juan, y lo había encadenado en la cárcel. Fue a causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo, 4 pues Juan decía a Herodes: –No puedes tenerla por mujer. 5 Herodes quería matar a Juan, pero temía a la gente, porque todos tenían a Juan por profeta. 6 En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías salió a bailar delante de los invitados, y le gustó tanto a Herodes 7 que prometió bajo juramento darle cualquier cosa que le pidiera. 8 Ella entonces, aconsejada por su madre, le dijo: –Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. 9 Esto entristeció al rey Herodes, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran. 10 Envió, pues, a que cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. 11 Luego la pusieron en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre. 12 Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús" |
DÍA 3 AGOSTO CICLO -B
Normalmente
pensamos que los santos, o las personas que alcanzan un nivel espiritual
objetivo por el conocimiento que
tienen de la Verdad objetiva de Dios al aceptar su revelación, son personas especiales que Dios ha elegido.
No
lo podemos negar. Realmente estos santos
y estas personas han sido elegidos.
Todos
nosotros también hemos sido elegidos y tampoco lo podemos
negar.
Decía
S. Ignacio de Loyola
cuando se debatía en discernimiento:
“¿Y si yo hiciera lo mismo que
Francisco de Asís o Domingo de Guzmán?
No
es Dios quien selecciona, somos nosotros quienes quedamos bajo la dependencia de la sucesión del tiempo, apoyados
en una seguridad sin fundamento, condicionando nuestro interior a la duda del don de la fe.
Herodes
tenía una noción clara sobre quien había sido Jesús para su pueblo. También
nosotros la tenemos.
Desde
su imaginación y su razonar subjetivo, dijo a sus ayudantes:
“Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los
muertos”
Es
el “saber” que “no sabe realmente de
Dios”
Herodes
hablaba como lo hace alguna otra religión o filosofía humanista, porque acepta la reencarnación, confundiéndola con la resurrección.
Jesucristo
Resucitó;
algo que sólo le corresponde a Él,
Resucitar es volver al Padre para no morir jamás,
y
nosotros hemos resucitado con Él.
Ni
Jesús se ha reencarnado ni nosotros hemos de creer en la reencarnación.
Dios
nos ha hecho únicos y estamos en Cristo
ya en su Reino.
Nuestras
subjetividades sobre la objetividad del
Dios
revelado hace que no valoremos la dignidad singular con la que hemos sido
creados, que la rompería cualquier forma de reencarnación,
por más racional que parezca.
Herodes
razonaba desde su condición de vida, con sus creencias, su
aprecio por Juan Bautista, su poder, sus temores…,
todo igual que nosotros.
Ante
este modo de vivir, aunque lo veamos distante de Herodes, es el que, a la hora
de la verdad, decide libremente actuar por encima de lo
que apreciaba, creía y valoraba.
¿Es
una libertad liberada o realmente esclavizada?
Herodías
le pidió:
“Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan
Bautista”
“El rey lo sintió; pero por el juramento y los invitados ordenó
que le dieran”
Siempre
nos debatimos desde nuestro espíritu y nuestra condición humana.
Hoy
damos la sensación de tener más respeto a
la realidad que nos envuelve que al mismo Dios.
¡Cuántas
cabezas caen hoy
por temor a perder, por “amor” a la
propia situación, por orgullo, vanidad y poder, y por tantas formas de
esclavitud!
Por
más Herodes que exista hoy, no faltan juanes
que, igual que el Bautista, viven y
mueren por la Verdad. ¡DIOS ES LA VERDAD!
La
indefinición de la vida puede ser una forma inhumana de “estar”.
F.Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Lidia, discípula de s. Pablo
UN LIBRO PARA ORAR
DESDE LA PALABRA DE DIOS
en este tiempo de descanso,
que puede ser de crecimiento interior.
( Clic aquí para ver su edición)
El autor Federico Allara nos aporta esta reflexión:
Unas sencillas reflexiones desde la Palabra de Dios,
pensamientos derivados de la misma Palabra,
escritos con la intención de trasmitir lo vivido
como experiencia personal,
guardada y repensada desde el silencio y la oración.
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