lunes, 5 de agosto de 2024

 ENCUENTRO CON JESÚS ES “VER” 

Y DESEAR PLANTAR UNA TIENDA

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Daniel 7,9-10.13-14

La transfiguración de Jesús

(Mc 9.2-13; Lc 9.28-36)a
Seis días después, Jesús tomó a Pedro y a los hermanos Santiago y Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí, en presencia de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su rostro brillaba como el sol y sus ropas se volvieron blancas como la luz. En esto vieron a Moisés y Elías conversando con él. Pedro dijo a Jesús:
–Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Mientras Pedro hablaba los envolvió una nube luminosa. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido. Escuchadle.”
Al oir esto, los discípulos se inclinaron hasta el suelo llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo:
–Levantaos, no tengáis miedo.
Entonces alzaron los ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó:
–No contéis a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado"


DÍA 6 AGOSTO   CICLO  B


TRANSFIGURACÓN DEL SEÑOR


Jesús no hizo selección entre sus Apóstoles; Tampoco eligiendo a María, ni entre nosotros, privilegiados en experiencia de Dios si sabemos valorar lo que somos y “tenemos”.

A Dios lo “tenemos” en nuestro “hogar”, como fue en la de los discípulos de Emaús.

Cuando “vieron” que estaba en su mesa con ellos desapareció, y a la vez siguió  permaneciendo mejor que antes en su vida.

La presencia de Jesús Resucitado es espiritual. Es más real que cuando convivía físicamente entre sus conciudadanos como “uno de tantos” aun siendo Dios.

Busquemos tener una relación de intimidad espiritual con Ël. Esto hará posible en nosotros vivir la experiencia de su Presencia en nuestro “hogar

No es suficiente mantenernos en la idea de que "creemos en Dios".

Encuentro de fe es “permanecer en experiencia” en la medida en que hay relación de vida con Jesús Resucitado.

Cada uno es elegido y tratado según el Pensamiento del Padre para una misión concreta en bien de la Humanidad y, para poder llevarla a cabo, nos ha dado a su Hijo. Padre e Hijo nos dan el Espíritu Santo.

La fe es objetiva, y toda y sola subjetividad incapacita para la misión.

María es la llena de Gracia con su singularísima llamada a su vocación única como Mujer:

Ser la Madre de Dios en Cristo Jesús, su propio hijo.

¿Hay criatura humana que haya sufrido más habiendo dicho “sí” a la elección de Dios?

De Pedro, Santiago y Juan no nos quedemos hoy con “el don de vivir la Gracia de contemplar a Jesús transfigurado en el Monte Tabor”.

De los Santos vemos su vida milagrosa y los beneficios recibidos. Fijémonos en ellos para percibir “a cambio de qué vida han vivido su vocación”.

Pedro, a pesar de su pecado, fue llamado a ser piedra y signo de unidad de la Iglesia y, Dios no se desdice de lo que promete.

La Gracia y las mejores experiencias de Dios no quitan la libertad del ser humano.

Santiago estaba destinado a ser el primero en dar la vida por su fe en Jesús.

Juan es el teólogo del Amor, a pesar de ser “hijo del trueno”, llamado a ser el hijo que nos representa a todos cuidando a María como hijos.


“Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!”


Encontrarnos con Jesús no es cosa nuestra, pero nadie puede decir que no está llamado a su encuentro.

Todos sabemos que no hace falta subir al Tabor; es más difícil acercarnos a un Altar con fe que visitar lugares de Tierra Santa.

Lo que debemos escuchar es:


“Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco”


Fe es corresponder a esta Palabra de Dios.

Nuestra vida en relación a Él, siendo valiosa, sin esta fe es muy relativa.

No hace falta “plantar una tienda”.

Dios ha dispuesto vivir con su Presencia en nuestro “hogar y mesa”.

F. Allara



SANTORAL DEL DÍA


s. Ormisda, papa



PASOS DE JESUS 
AMAR CON SU FORMA DE AMAR
PERDER LA VIDA PARA SER LUZ...











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