miércoles, 17 de julio de 2024

“VENID A MÍ”.

LO DICE DIOS EN CRISTO JESÚS 

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


Isaías 26,7-9.12.16-19

Salmos 101


Mateo 11, 28-30

2Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. 29 Aceptad el yugo que os impongo, y aprended de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontraréis descanso. 30 Porque el yugo y la carga que yo os impongo son ligeros”

DÍA 18 JULIO   CICLO   -B

“Venid a mí” es la frase que oímos permanentemente desde la política, la ciencia, la ideología, las religiones y sectas.

Todos nos prometen, tal vez, sin pensar que no todo lo que prometen lo pueden dar.

“Dar” es “darse” y, desde donde se nos llama, hay promesas sin planearse “dar la vida”.

Dios revelado en la plenitud de los tiempos, en la Persona del Hijo, es una frase que nos comunica:

·       Sobre la objetividad de Dios;

·       Del Dios que ha creado al ser humano capaz de conocerle, creerle y amarle como razón de ser y sentido de su vida, desde que nace hasta después de la muerte.

Valorando toda fe humana y toda vida “vivida en verdad” vemos cómo, la realidad del Dios revelado obliga al espíritu humano a una verdadera y consciente respuesta de fe.

De una actitud subjetiva a una idea, a una religiosidad, a un sentimiento de necesidad, pasa a ser una respuesta a un Dios personal, que llama a la puerta de cada ser humano para entrar, como decía ayer, y permanecer.

Este Dios, en la Persona de Cristo Jesús, Dios y Hombre verdadero, es el que hoy y cada día nos dice:


“Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados”


En primer lugar, agradecer que nos lo diga a todos. Este ofrecimiento, que nos hace Jesús, nos da a conocer cómo andamos “de amor”; porque no siempre se acepta a quien ama a todos.

Los amores raquíticos no soportan que, quien les ama, ame a todos.

Llama a ir a Él a “todos los cansados y agobiados” que no tienen donde inclinar su cabeza, como el mismo Jesús lo experimentó durante su vida entre nosotros.

Si tenemos dónde reclinar la cabeza no apreciamos la invitación a descansar en Él.

Jesús acudía de noche a su Padre, después de haberse dado a todos, siendo la Palabra por la que todo ha llegado a la existencia.

Cristo Jesús es un descanso íntegro en la medida en que nos acercamos creyendo QUIEN ES y QUIEN llama a poder descansar en Él.

¿Quién no está cansado precisamente de las promesas políticas, de las esperanzas científicas, de los ideales ideológicos y de la fe de las religiones?

Jesús no miente, promete la paz que ya ha logrado a precio de su Sangre, asegurando persecución y hasta odio.

Sin embargo, la experiencia de acudir a su llamada es de verdadero descanso de todo nuestro ser y nuestra alma.


“Aceptad mi yugo, haceos discípulos míos, que soy manso y humilde de corazón”


El yugo sirve para dirigir a un ser irracional, pero Jesús dirige hacia el Bien total a seres racionales.

Jesús nos llama a ser discípulos suyos. Esto supera a lo que es una simple relación buscando paz, que sería egoísmo y no fe en Él.

El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa” (S. Juan de la Cruz)

Por esto dice: “Mi carga es ligera”.    

 F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

SAN FEDERICO DE UTRECHT



VENGAN A MI...





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