HUMILDAD SIGNIFICA
“SER HOGAR HUMILDE
DE PUERTAS ABIERTAS”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Isaías 10,5-7.13-16
Salmos 93 |
Mateo 11,25-27
|
Si
pensamos esta frase, tal cual está escrita, es casi absurda porque no se puede tener una casa abierta sin las prudentes condiciones.
Me
refiero al propio hogar que somos cada uno de forma singularísima.
La
humildad
no es una virtud imprudente y confiada que
tiene las puertas abiertas sin ninguna precaución, sino que es virtud
y signo de aceptar el don de la pobreza de la propia condición humana que,
muy inteligente, sabe que necesita de los demás para vivir, incluido Dios, y de pan para comer.
Quien
se considera rico,
por tener seguridades materiales y espirituales, es muy pobre porque piensa que lo
posee todo en “su casa” , y cierra
las puertas.
No advierte que, estando las puertas cerradas nada
de fuera puede entrar ni nada de dentro puede salir. Además impide que el sol,
que abraza “su hogar”, entre dando luz natural a su vida.
Una
relación de puertas cerradas no es
humana,
es artificial.
Así
lo empieza a ser la inteligencia que,
apreciando el valor del poder humano y de sus esfuerzos por crecer en dominio
de lo creado puede llegar a deshumanizarlo.
Y lo
más propio de la persona, que son sus “relaciones humanas”, desaparece si se convierte en una pieza mecanizada sin espíritu.
No
es problema del Misterio divino en su relación con el espíritu humano, porque Dios se ha hecho Hombre para que lo pueda tratar de tú a tú, y llegar a conocerlo desde el espíritu, “en su propio hogar”.
El
problema es del propio espíritu humano que, siendo libre y
capaz, puede negarse a abrirle “las puertas de su hogar” a Dios.
“Te doy gracias, Padre, Señor de cielos
y tierra,
porque has escondido estas cosas a los
sabios y entendidos”
Dios
nos ha creado libres e inteligentes, no para reprimir lo que
se nos ha dado, sino para aceptar y
agradecer lo que gratuitamente hemos
recibido.
Para
Jesús:
· Sabios
y entendidos son los
que olvidan la procedencia de sus valores y talentos, y se los atribuyen inherentes
a sí mismos y de su propiedad.
Estos
son los que cierran la puerta; y Dios, que ha venido en el Hijo para
ser Luz, les esconde “estas cosas” que dice Jesús.
El
ser humano es quien se esconde, como
nuestros primeros padres cuando “cerraron
su hogar”, pretendiendo vivir de lo que creían
que tenían en propiedad.
“Y se las has revelado a los pequeños”
Pequeños, con
“hogar
de puertas abiertas” por donde
entra la Luz que les permite aceptar la sabiduría
de conocer a Dios, desde su libertad y condición
“Nadie
conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien se lo quiere revelar”
Jesús
no habla de cualquier Dios sino del
Dios uno y trino.
El
problema no es divino sino de la condición humana que es muy sutil.
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