martes, 16 de julio de 2024

 UN TEXTO MÁS DEL AMOR DIVINO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS


5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


Isaías 7,1-9

Salmos 47

Mateo 11,20-24

Reproches contra las ciudades incrédulas
(Lc 10.13-15)
20 Entonces comenzó Jesús a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque la gente no se había convertido a Dios. Decía Jesús: 21 “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre vosotras, ya hace tiempo que su gente se habría convertido a Dios, cubierta de ropas ásperas y de ceniza. 22 Por eso os digo que, en el día del juicio, vuestro castigo será más duro que el de la gente de Tiro y Sidón. 23 Y tú, Cafarnaún, ¿Crees que van a levantarte hasta el cielo? ¿Hasta lo más hondo del abismo serás arrojada! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. 24 Por eso te digo que, en el día del juicio, tu castigo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma.”


DÍA 16 JULIO   CICLO  -B

 

“En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades

donde había hecho casi todos sus milagros


Dios no necesita nuestra aprobación de sus milagros. Son revelación de su amor

El Misterio divino suele ser el planteamiento racional que nos hacemos, los seres humanos, deseando discernir la Realidad y la Verdad divina que, traducido, es desear tener la seguridad de la existencia de Dios.

 Este Misterio divino se ha acercado a nosotros, descendiendo de su Gloria, haciéndose hombre, como uno de tantos, para que nosotros tuviéramos la oportunidad de ver y tocar a Dios en la Humanidad de Cristo.

Este es el milagro del Amor del Dios omnipotente, que hace no necesitar de otros milagros.

Los verdaderos creyentes han aceptado el Don de creer en el Hombre Jesús y, desde Él, no han necesitado milagros. Han vivido el gozo de saber que Dios cena con ellos en su mesa, saboreando la Verdad desde su sencilla condición humana, que ha aceptado el Don de la comprensión del Misterio.

Un texto que parece revelar a Jesús molesto, por no aceptar su paso por algunas ciudades donde más mostró el Amor de ser Dios-con-nosotros, es un nuevo gesto de este Amor, rogando la fe en sus obras, para la conversión de nuestras vidas que, como decíamos ayer, hallan su sentido en el paso de su Vida entre nosotros.


“¡Ay de ti, Corazaín, ay de ti, Betsaida!”


Palabras dirigidas hoy a nosotros, en quienes Dios ha hecho realidad la Verdad de su Amor. Nos ha dado la vida para que la vivamos, en el tiempo de la tribulación, con un fin eterno.

No es tiempo para pasarlo deseando discernir el Misterio, sino viendo y aceptando los milagros que ha realizado y realiza cada día en nuestra vida.


“Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo?”


Esto es lo que hace el hombre moderno, pretender escalar el cielo; como hicieron los hombres que construían la Torre de Babel, o creyendo haberlo escalado, siguen sin aceptar ni reconocer que el cielo ha descendido hasta su puerta.

Con mucho menos recibido ¡cuántos, simbólicamente, se han vestido de sayal y ceniza!.

Se han revestido del traje nuevo de la fe en el milagro de Cristo, Dios-con-nosotros, y han convertido sus vidas en paz.


“Bajarás al abismo Cafarnaún"


No es una amenaza, sino la advertencia de una vida que, con todas las seguridades humanas, vive el sinsentido de su existencia al no dar una respuesta al milagro de su propia vida.

Esto es vivir en el abismo.

Un texto que parece una amenaza divina es revelación del Amor del Padre, que desea “vernos aparecer convertidos” para abrazar nuestras vidas.

Así son las palabras de los que nos atan con lazos de amor.              

 F. Allara



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