LO QUE PASA EN EL REINO
DEL CIELO EN LA TIERRA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Salmos 83
Mateo 13, 24-30
DÍA 27 JULIO CICLO - B
“El Reino de los cielos se parece a un hombre
que sembró buena semilla en su campo”
Hace
unos días dije que, siendo el Padre el labrador, es quien echa la semilla
El
Padre nos dio a su Hijo como la mejor semilla. La tierra buena que había creado,
cuando llegó la buena semilla, Cristo,
era la tierra de los descendentes echados del Edén.
Aunque
había elegido a un Pueblo sacándolo de la esclavitud, no podía ser trigo bueno porque la Promesa no estaba del todo cumplida.
El
mismo Pueblo elegido seguía siendo descendiente de los echados del Edén; a
pesar de ello se considerasen privilegiados, y lo eran, llamando a los demás paganos.
El
enemigo,
a quien usamos fácilmente, no tiene
semilla ni cizaña; lo que hace es perturbar la mente y debilitar la voluntad para
que el ser humano, bueno, pero libre, caiga
en la tentación.
Con
la Encarnación del Hijo se establecía el Reino de los cielos en la tierra,
pero “durante la noche”, signo de las muchas cosas buenas y malas que
pasan, continúa la parábola diciendo:
“Mientras los hombres dormían, un enemigo fue
y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó”
Todas
las palabras son “signos”; mientras los hombres dormían.
¡Cuántas
veces se nos dice,
“estad
despiertos porque el Día ha llegado!”
El enemigo lo que hace es armar cizaña
en la mente y el corazón
humano.
Jesús
lo expresa en esta parábola presentándonos
la materialidad
del trigo y de la cizaña, cuando
todo es espiritual y pasa dentro del
“corazón” humano, donde todos somos tentados a no aceptar el Reino de los
cielos.
La
parábola es real en cada corazón humano, pues de muchas maneras
podemos dejar de lado el Reino de los
cielos establecido por Cristo.
“¿Quieres que vayamos a arrancar la cizaña?”
En
la materialidad del campo existe, pero cuando
la cizaña está en el mismo corazón,
que también es trigo, en el corazón que es bueno y que cree, ¿cómo se puede arrancar la cizaña?
“Dejadlos crecer juntos hasta la siega”
Éste
es el corazón del Padre. ¡Dios nos ama! y sabe que arrancar la cizaña es matar el trigo; el Padre quiere que todos los hombres vivan.
¡Cuántos
no creen por no entender el Amor trinitario que consiente que convivan trigo
y cizaña haciendo
juicio al considerar que, Dios debía
acabar con el mal en el mundo!
Si
te consideras buen trigo, ya eres cizaña.
Ser
buenos es procurar arrancar del corazón el desamor, para perdonar y ser trigo amando a los que confunden la cizaña con el trigo.
F.
Allara
SANTORAL DE DÍA
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