JESÚS ESTÁ EN LA BARCA
EN TODAS LAS TEMPESTADES
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Amós 3,1-8;4,11-12
Salmos 5
DÍA 2 JULIO CICLO -B
¡Cuántas
veces los textos nos hablan de Jesús subido
a la barca!
La
Iglesia es la barca que
no deja de navegar, de una a la otra
orilla, con los discípulos que somos todos los bautizados en Cristo
Jesús.
El
texto nos repite la tempestad que llena
de agua la barca.
La
tempestad dentro de la Iglesia es
permanente,
como lo es la verdad que Jesús permanece
en la barca todos los días de la vida, con
los bautizados de cada tiempo y lugar.
Es
importante que,
todos los bautizados sepamos de la trascendencia que tiene el Bautismo para
la vida de un creyente cristiano.
Me
fijo sólo en la responsabilidad urgente
de los padres y de las Comunidades parroquiales y religiosas de educar para saber que, aun siendo
individuos únicos, el bautismo nos sube a la barca y nos urge, de entre
todos los bienes espirituales que recibimos en este Sacramento, a tomar
conciencia, como primera responsabilidad, de dos cosas esenciales:
· Que
nuestra vida es un “yo” que vive la fe en Comunidad.
· Que,
en esta Comunidad,
en esta barca, está siempre presente
Jesús
Esto
significa vivir la fe tomando conciencia de la realidad que cada uno vivimos en nuestro tiempo en nuestra barca, única y singular, siendo parte esencial de la Iglesia
universal, significada por su unidad a Pedro.
Dejemos
de vivir los católicos individualmente la fe en la soledad de la
participación de los sacramentos y de nuestras devociones.
Interesémonos
por saber de las tempestades que puedan existir dentro de la
Comunidad Diocesana a la que pertenecemos y, dentro de lo más cercano, donde
vivimos buscando el alimento de nuestra fe.
La
mesa del hogar ha dejado de ser una mesa de comunidad y también, en muchos
casos, la Mesa del Altar.
Tomemos
conciencia de la tempestad que vive la
Iglesia universal,
sobre todo en lugares muy concretos, lo
cual nos exige
algo más que rezar.
Sabemos
que, con Jesús en la barca, aunque
las olas la llenen de agua, no se va
a hundir.
Aun
siendo así:
· Tenemos
que acudir a Él y decirle como los
discípulos:
“Salvadnos, que nos hundimos”
·
Y
también profundizar en lo que supone la
verdad del don de la fe. Ella
nos permite una relación de amor con Dios uno y trino, participar de la vida
sacramental y litúrgica, que nos une
en una experiencia de vida familiar, en la medida que entendemos el significado de las palabras de Jesús,
cuando dice “quiénes
son su madre y sus hermanos”
para admirarnos, como los
discípulos, de lo
que somos en Jesús “a quien obedecen
los vientos y las aguas”
Que
Dios nos conceda la fe para vivir la experiencia de que, Jesús en nuestra barca
no nos priva de tempestades, pero sí actúa calmándolas.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
SS. PROCESO Y MARTINIANO, MÁRTIRES ROMANOS
TODO LO PUEDO EN JESÚS
Solo en ti mi corazón encuentra la paz...
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