JESÚS COME EN LA MESA
DE QUIENES LE ABREN LA PUERTA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Amós 8,4-6.9-12 |
Salmos 118
Mateo 9,9-13
DÍA 5 JULIO CICLO -B
Tener
envidia del bien de los otros, tal
vez, es porque no caemos en la cuenta de que, el bien que vemos en los demás lo podríamos tener nosotros si no estuviéramos cerrados
en nuestros criterios. Esto es lo
que impide seamos iluminados por el mismo sol que les ilumina a ellos.
¡Cómo
no tener sana envidia del bien del
prójimo!. Puede ser porque no valoramos el bien que vemos que ilumina el hogar
del próximo.
“Jesús al pasar vio a un hombre llamado Mateo "
Dios
no improvisa; lo que sucede lo tiene pensado desde su Ser eterno y, en el tiempo lo pronuncia y su Palabra lo
realiza.
“Estaba sentado al mostrador de los impuestos”
Jesús le dice: “Sígueme”. Él se levantó y lo
siguió.
Nadie
se levanta, sin más, para seguir a uno que le llama a acompañarle en su camino.
Hace
falta
tener un “espíritu en búsqueda”, porque
no está satisfecho de lo que tiene y vive, para
que escuche una voz que habla a su
espíritu.
Son
los que responden enseguida, desde una respuesta muy consciente.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los
discípulos:
¿Cómo es que vuestro maestro come
con los
cobradores de impuestos y los pecadores?
Jesús
no era su maestro. Hay que tenerlo en
cuenta.
Cuando
Jesús no es nuestro Maestro podemos “pasar”
de su mensaje, palabras y gestos.
Meditemos el juicio que hicieron los fariseos “pensando y llamando pecadores a los que comían con Jesús”
Quienes,
de pensamiento o de palabra, tenemos “a
los otros”
por pecadores, podemos no ser conscientes de que,
pecadores, lo somos primero nosotros.
Lo
que nos refiere el texto no va por los
fariseos de ayer.
Hoy
el Cuerpo de Cristo está fraccionado. Dentro de Él, como primer pecado farisaico, además de no procurar la unidad y la paz que Cristo nos dejó, se suele tener por pecadores a los que no son de
su parte, segada y cortada de la unidad del Cuerpo.
“No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
Las
enfermedades físicas son visibles y palpables, y por ellas solemos pedir Gracia
a Dios.
Bienaventurados los que ven y aceptan las
enfermedades de su espíritu. La
sutileza del orgullo dificulta reconocerlas.
Nadie
es perfecto ni sano para no necesitar de la
Misericordia divina.
El
pecado de los fariseos era no tener a
Jesús por Maestro, pero peor no aceptar ni
amar al prójimo, empezando por sus propios hermanos de fe.
No
olvidemos que, la medida de fe en Dios
es la parte de vida de amor y verdad que tenemos
con el prójimo.
La parte de fe que dejamos de vivir en
Comunidad es la medida de fe que Dios ve en nosotros.
La
fe, sin
Jesús y sin prójimo, desdice directamente lo que nos pide
Dios sobre la Fe en Él.
Andad, aprended lo que significa
“Misericordia quiero y no
sacrificio”;
-
que no he venido a llamar a justos sino a pecadores.
El mundo se ríe de la palabra y olvida que esta frase es de Jesús.
F.
Allara
SANTO DEL DÍA
SACERDOTE, FUNDADOR DE LOS BARNABITAS
(Clic en el nombre)
DIOS ES FIEL (Lucas 1,37)
Tú nos has amado primero, ¡Dios desconcertante y Fiel!...
Presencia, en la invocación. Compañero, en el camino.
Fiesta en la debilidad.
Amor que nos nombra y elige en nuestros extravíos,
cuando todo parece perdido.
Todo es posible para Dios,
Él nos amó primero y hasta el extremo.
Pero ¿Cómo es posible que Tú vengas hasta mí?
Pero ¿Cómo es posible que camines a mi lado?
Pero ¿Cómo es posible que hagas Fiesta desde mi pecado?
Pero ¿Cómo es posible que me elijas a mí?
TODO ES POSIBLE PARA DIOS
Tus caminos no son los nuestros.
Tú el Dios desconcertante y fiel
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