¿QUIÉNES SON MI MADRE
Y MIS HERMANOS?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
2 Corintios 4,13-5,1
Marcos 3,20-35
Acusación contra Jesús 20 Después entró Jesús en una casa, y se juntó de nuevo tanta gente que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. 21 Al saber que estaba allí, los parienteso de Jesús acudieron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. 22 También los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: “Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.” 23 Jesús los llamó y les puso un ejemplo, diciendo: “¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? 24 Un país dividido en bandos enemigos no puede mantenerse, 25 y una casa dividida no puede mantenerse. 26 Pues bien, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse: habrá llegado su fin. 27 “Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata. Solamente así podrá robárselos. 28 “Os aseguro que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan; 29 pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo no tendrá perdón, sino que será culpable para siempre.” 30 Esto lo dijo Jesús porque afirmaban que tenía un espíritu impuro.r La madre y los hermanos de Jesús 31 Entre tanto, llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron fuera y mandaron llamarle. 32 La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le avisó: –Tu madre, tus hermanos y tus hermanass están fuera y te buscan. 33 Él les contestó: –¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? 34 Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: –Estos son mi madre y mis hermanos. 35 Todo el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre" |
X DOMINGO DEL T. ORDINARIO CICLO B
“Creo, por esto hablo” (2 Corintios 4,13b)
De lo que se cree se habla con
entusiasmo.
De
lo que se es indiferente sirve para
perder el tiempo en comentarios, críticas
y palabrería que no siempre es positiva.
“No nos acobardamos, sino que,
aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando,
nuestro
hombre interior se va renovando día a día” (v. 16).
Hay
una extrema dependencia de la apariencia del “hombre exterior”
olvidando que, somos lo que somos en realidad interior; de ahí el
envejecimiento del ser humano y su diálogo vacío e impropio.
Cada
día
vamos a
más inclinados a la inteligencia
artificial, pasando de lo humano a
lo mecánico; de la singularidad
humana a robots de artificio.
“Nosotros no nos fijamos en lo que se ve,
sino en lo que no se ve; en efecto,
lo que se ve es
transitorio; lo que no se ve es eterno”
(v.18).
Lo eterno se vive en el tiempo,
mientras que, vivir con pretensión de eternizar lo transitorio es envejecer cuanto mayor es la entrega al progreso
deshumanizador.
Así
es como sigue siendo realidad el simbolismo del Génesis si el progreso no acompaña al
crecimiento humano y, siendo libre la persona, esclavice su vida con dependencia
del fruto apetecible, que invierte
las relaciones humanas dejando desnudo y
alejado el ser humano de su prójimo. (Gn. 3,9-15).
En la medida que un ser humano revela
al exterior su interior, con su vida, resulta un ser atractivo pero
extraño, porque contradice con
la realidad de la mayoría, incluso con los de vida religiosa-creyente.
Si esta vida es altamente servicial en
verdad de amor, los comentarios pueden
ser que “está
fuera de sí”,
siendo creído y seguido por los que hallan, en esta vida dada, lo que no tienen
ni encuentran en nadie.
“Jesús llegó a casa con sus discípulos…
se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia vivieron a llevárselo,
porque se decía que esta fuera de sí “
Puede
darse que, ni la misma familia entienda la vida de algún miembro que vive su humanismo con sentido trascendente,
creyente y entregado hasta peligrar su vida, y que deseen llevárselo a casa.
Y es lógico que,
quienes ostentan el poder, vean en estos
hombres y mujeres, un peligro que
va, desde los que sólo practican la ley,
hasta los que sólo practican el poder.
·
Los
primeros juzgan
desde una religiosidad más inclinada a
ver diablos que a Dios y,
·
A
los segundos
no les preocupa ni Dios ni el
diablo, sólo la seguridad de su poder.
Jesús vivió esta realidad en su vida, y
vemos su talante pacífico.
“Invitó a acercarse y les hablaba en parábolas.
Un Reino dividido interiormente no puede subsistir;
una familia dividida no puede subsistir.
Esto
es real, no es una parábola. Hoy se
pretende hacer de la división y de la
separación un crecimiento; nunca la realidad será humana
y menos aún pacificadora.
Dios lo perdona todo menos la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Quien lo hace se condena a no poder percibir
la Luz de la Verdad del Dios uno y trino, porque destruye en sí mismo el medio divino de hallarla.
A Dios no le llega la blasfemia, sí al que la dice.
“¿Quiénes son mi madre
y mis hermanos? (Mc. 3,20-35).
“El que haga la voluntad de Dios,
este es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Dios nos quiere libres, humanos, unidos
y hermanos.
(No androides).
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
S. EFRÉN, DIÁCONO Y DOCTOR DE LA IGLESIA
ESPÍRITU
Fuente de todo consuelo
Renueva mi corazón
con la fuerza de tu Amor...
Toca el fondo mi alma, tráeme la paz y la calma
Haz que sintamos tu GRACIA..
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