domingo, 9 de junio de 2024

 BIENAVENTURADOS LOS QUE CREEN Y VIVEN 

LAS BIENAVENTURANZAS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


1 Reyes 17,1-16

Salmos 120

Mateo 5,1-12

SERMÓN DEL MONTE
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles diciendo:
La dicha verdadera ("Bienaventuranzas")c
(Lc 6.20-23)
“Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque suyo es el reino de los cielos.
“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.
“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos.
“Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
“Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
10 “Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el reino de los cielos.
11 “Dichosos vosotros, cuando la gente os insulte y os maltrate, y cuando por causa mía digan contra vosotros toda clase de mentiras. 12 ¡Alegraos, estad contentos, porque en el cielo tenéis preparada una gran recompensa! Así persiguieron también a los profetas que vivieron antes que vosotros"


DÍA 10 JUNIO   CICLO  -B


BIENAVENTURADOS LOS QUE CREEN Y VIVEN LAS BIENAVENTURANZAS

 Mt 5,1-12

Jesús, dejando Nazaret, al comienzo de su vida pública, se presentó solo, sin programa de ideas religiosas, sin casa ni pan, con su sola presencia humana, con su vida como testimonio de lo que deseaba enseñar. A pesar de esto, le seguía una multitud de gente que no podía esperar nada de este “pobre hombre”.

Subió a la montaña -signo de presencia divina-, y se sentó -signo de calma, de paciencia, de ser dueño del tiempo, de atención a la multitud-, y se puso a hablar y a enseñarles.

A esta multitud, que era gente pobre, descuidada o anulada por las autoridades y los Maestros de la Ley, por los fariseos y publicanos, hombres y mujeres, carentes de dignidad y de pan ¿qué les podía enseñar?

Las Bienaventuranzas no son una resonancia política que pretenda hacer, de la realidad que tiene delante, una situación estable y con promesa de futuro.

·         Dios no quiere la pobreza causada por el hombre contra su hermano, y menos la    miseria.

·         Dios no quiere que, la situación indigna de millones de seres humanos sea la condición aceptada para una vida eterna.

·         Dios no acepta la persecución, la violencia y la muerte causada por el hombre contra su prójimo, y menos en su Nombre.

Jesús, con las Bienaventuranzas, se pronuncia a sí mismo ante las gentes:

ü “Bienaventurados los pobres”

Quien no entra en la vida interior para discernir que somos pobres, y que la pobreza debe ser aceptada como primera condición humana, no puede entender que “la pobreza” sea el fundamento para construir la propia personalidad.

No es aceptar ser pobre, sino desde ella descubrir la necesaria riqueza del prójimo y, sobre todo, la de Dios en nuestra vida.

Es importante construir la propia vida para no sucumbir ante la obligada vida pobre y mísera que no quiere Dios.

Salir de la pobreza no es hacerse rico, sino llegar a la riqueza de la propia dignidad de “ser lo que Dios quiere de cada uno de nosotros”.

ü La otra bienaventuranza, esencial para ser humanos, dignos y capaces de una vida en comunión, fraterna y en paz con el prójimo, es la de ser humildes.

Son tal vez las más difíciles de creer y aceptar.

¡Qué difícil es orar para ser pobre y humilde! y llegar a vivirlo en la vida.

Quien ha entendido la libertad, que engendra la verdad de ser pobre y humilde, se capacita para ser instrumento de paz, de justicia, de ser limpios de corazón para no juzgar, para amar, perdonar y esperar contra toda esperanza. Estas son las otras Bienaventuranzas que nos propone Jesús en el Evangelio.

Los bienaventurados pobres y humildes, saben que serán perseguidos.

 Estos no pierden la alegría porque, esta virtud es propia de los que han entendido el porqué de la enseñanza de Jesús.

Han creído en Jesús vida y testigo de la enseñanza de las Bienaventuranzas.     

 

F. Allara



SANTORAL DEL DÍA

S. LANDERICO, OBISPO DE PARIS



 SED FELICES


SED FELICES (Mt 5,1-12)


Recorría toda Galilea,/ proclamando el Reino de Dios,/ 

curaba enfermedades y dolencias/ y con ello, su fama se extendió. 

Le llevaron todos los enfermos, quien estaba aquejado de algún mal, 

para todos, palabras de consuelo, para todos, ternura en su mirar./ 

Y contemplándoles, habló: 


SED FELICES QUIENES SOIS  POBRES DE ESPÍRITU,/ 

PORQUE VUESTRO ES LA EL REINO DE LOS CIELOS./ 

SED FELICES QUIENES ESTÁIS ABATIDOS/ 

SERÁ PARA VOSOTROS EL CONSUELO./ 

FELIZ QUIEN ES HUMILDE/ HEREDARÁ TODA LA TIERRA,/  

FELIZ QUIEN TIENE HAMBRE LA Y SED DE DIOS/ 

PORQUE ÉL LE SACIARÁ/ CON SU ALIMENTO./ 

FELIZ QUIEN MIRA CON MISERICORDIA 

PORQUE DIOS MISERICORDIA LE TENDRÁ,/ 

SED FELICES QUIENES CONSTRUÍS LA PAZ/ 

PORQUE “HIJOS DE DIOS” OS LLAMARÁN./ 

FELIZ QUIEN ES PERSEGUIDO 

POR HACER LA VOLUNTAD DE DIOS,/ 

FELIZ QUIEN TIENE LIMPIO EL CORAZÓN/ 

PORQUE SIEMPRE, EN SU CAMINO, A DIOS VERÁ. /


No temáis cuando os injurien y persigan,/ 

cuando, por mí, os rechacen y hablen mal,/ 

sed felices, que nada os quite la alegría,/

no dudéis que con vosotros Dios está








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