¿POR QUÉ ME BUSCABAIS?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
2 Timoteo 4,1-8 |
Lucas 2, 41-51
El niño Jesús en el templo
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
“Los padres de Jesús iban
cada año a Jerusalén para la fiesta de la Pascua”
Pascua
era y es memorial de liberación.
El
Pueblo judío lo tenía claro, era la experiencia
de una liberación humana que no
se la podía atribuir a su propia capacidad. Dios salió al encuentro de su
Pueblo esclavo en Egipto.
¿Vivir
la experiencia de la independencia de un poder humano es liberación humana?
Si
fuera sólo esto, creo se puede afirmar que, el hombre es cada vez menos
capaz de lograr su liberación, por
la contradicción de pretenderla sometiéndose, libre o de forma esclava, al
poder dado a otro ser humano.
No
se puede hablar de liberación humana mientras
no se tenga clara, y de forma objetiva, qué es la libertad de un ser humano, y para qué y por qué es libre.
Sin olvidar:
· De
dónde procede su
libertad,
· E interrogarse
por qué siendo libre, el
problema de la vida sea alcanzar
el sentimiento de llegar a ser libre,
sin caer en arbitrariedades.
Liberación humana no es sólo independizarse de una esclavitud, sino hallar el verdadero sentido de la vida, que trasciende su propio ser.
Saber
de dónde procede “ser humanos y libres”
es camino que indica “poder convivir y
ser lo que cada uno es”, con
derechos y obligaciones sociales, pero sin
dependencia del poder humano.
El
problema de la libertad empieza por no aceptar nuestras esclavitudes.
Desde
la fe,
nuestra Pascua es experiencia, que supera
nuestra capacidad, de la liberación de nuestro propio ser
humano.
Dios,
que nos ha hecho libres a su imagen, es
quien nos ha liberado de nuestra esclavitud, porque ser hombre es ser esclavo.
Estamos
llamados a vivir la vocación de la
libertad, como
dice el apóstol Santiago, porque Cristo
ha venido a liberar nuestra libertad.
Jesús
fue un hombre absolutamente libre. Por esto enseñó a sus
discípulos que, la libertad del hombre libre es la que no soporta el poder humano.
Su
vida dada en libertad fue confundida por el poder
que Dios mismo había dado a su Pueblo.
El
hombre necesita mucho más que “liberarse del poder”.
La
pérdida de Jesús a los 12 años es un signo
de su libertad y del sentido de su vida entre los hombres. Su pérdida no
fue casual sino causal; fue de Dios.
“¿Por qué me buscabais?
¿No sabíais que yo sólo
podía estar en la casa de mi Padre?
En
aquel tiempo el Templo era la casa de su
Padre.
Ellos
no comprendieron esta respuesta.
Ahora
la casa de su Padre es Él.
“María conservaba todos
estos recuerdos en su corazón.
Y
nosotros, ¿Qué guardamos en el corazón?
Lo
hallaron a los tres días, signo de
resurrección.
· ¿Por
qué y para qué buscamos a Cristo los seres humanos creyentes?
· ¿Tenemos
claro que Jesús sólo quiere nuestra libertad?
Esclavos
de nuestra arbitrariedad y fieles a Jesús es una contradicción.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
S. MEDARDO, OBISPO DE NOYON
CORAZÓN
INMACULADO DE MARÍA
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