martes, 11 de junio de 2024

 JESÚS, DIOS Y HOMBRE LIBRE, CUMPLIDOR DE LA LEY

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


1 Reyes 18,20-39

Salmos 15

Mateo 5,17-19

El verdadero sentido de la ley

17 “No penséis que yo he venido a poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido. 18 Porque os aseguro que mientras existan el cielo y la tierra no se le quitará a la ley ni un punto ni una coma, hasta que suceda lo que tenga que suceder. 19 Por eso, el que quebrante uno de los mandamientos de la ley, aunque sea el más pequeño, y no enseñe a la gente a obedecerlos, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedezca y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.


DÍA 12 JUNIO   CICLO   -B


Las ideologías y el relativismo, en que está inmersa la Humanidad moderna, han creado una idea de libertad completamente arbitraria.

La consecuencia es la de “un ser humano” a quien, en general, le cuesta entender la libertad como obediencia y, la vida referida a todo lo que huela a institución y exigencia moral establecida.

Sin embargo, llegar a ser algo en esta vida exige responder libremente a las exigencias de lo que se desea alcanzar.

El mundo de la religiosidad y de la fe son los más afectados por este modo arbitrario de vivir, siendo lo más íntimo de todo ser humano.

En el campo de la fe es donde más hay que discernir lo verdadero de lo sentimental y subjetivo, porque la fe lo trasciende.

Todo puede ayudar y servir para llegar a alcanzar la Verdad, menos el error como verdad.

S. Francisco rezaba: Dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta”.

Jesús ha sido el Dios y Hombre más libre que haya existido, sin embargo, en contra de sus perseguidores dijo:


“No penséis que he venido a desautorizar los libros de la Ley y de los Profetas.

No he venido a desautorizarlos sino a completarlos”


Si queremos ser “alguien”, coherentes en vida religiosa-creyente, hemos de aceptar la objetividad de la Vida de Jesús, en quien se ha cumplido la Ley, los Mandamientos universales y las profecías, por ser Él libremente obediente.

Pensemos que fue tentado a vivir otra forma de mesianismo; como ejemplo de que todos somos tentados a vivir el compromiso de la vida desde nuestros sentimientos, nuestras verdades y nuestra subjetividad.

Si el mismo Dios-con-nosotros ha llegado a ser nuestro Redentor y Salvador es porque aprendió a ser hombre, obedeciendo libremente.

Meditemos su advertencia en nuestro tiempo:


“El que deje de cumplir uno de los mandamientos más pequeños

y enseñe a los demás a hacer lo mismo,

será tenido como el más pequeño en el Reino de los cielos”


Jesús ha reducido todos los mandamientos en uno: “Amaos como Yo os he amado” y es aquí,  en nuestro tiempo, donde se ha establecido este Reino.

Educar en sentido de libertad indefinida en su realidad y en arbitrariedad es lograr seres humanos sin voluntad para el compromiso y la fidelidad, que exige la misma condición humana para llegar a ser alguien.

Las consecuencias las vemos en la vida familiar, social y religiosa.

No nos sometamos al cumplimiento irracional de lo instituido social y religiosamente, porque es peor que la arbitrariedad.

Solo desde una educación, que entienda la libertad como obediencia a las exigencias mismas de lo que deseamos ser individual y comunitariamente, por el bien común, dará origen a una sociedad y a una Iglesia corresponsables. 


F. Allara

     


SANTORAL DEL DÍA

S. LEÓN III, PAPA



TÚ ERES MI BIEN

Tú eres mi copa, 

mi suerte está en tus manos

exultan mis entrañas, 

me encanta mi heredad.









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