JESÚS, DIOS Y HOMBRE LIBRE, CUMPLIDOR DE LA LEY
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
1 Reyes 18,20-39
Salmos 15
Mateo 5,17-19
El verdadero sentido de la ley
DÍA 12 JUNIO CICLO -B
Las
ideologías y el relativismo, en que está inmersa la
Humanidad moderna, han creado una idea
de libertad completamente arbitraria.
La
consecuencia es la de “un ser humano” a quien, en general, le cuesta entender la libertad como
obediencia y, la vida referida a todo lo que huela a institución y
exigencia moral establecida.
Sin
embargo, llegar a ser algo en esta vida exige responder libremente a las exigencias de lo que se desea alcanzar.
El
mundo de la religiosidad y de la fe son los más afectados
por este modo arbitrario de vivir, siendo lo
más íntimo de todo ser humano.
En
el campo de la fe es donde más hay que discernir lo
verdadero de lo sentimental y subjetivo, porque
la fe lo trasciende.
Todo
puede ayudar y servir para llegar a
alcanzar la Verdad,
menos el error como verdad.
S.
Francisco rezaba: “Dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta”.
Jesús
ha sido el Dios y Hombre más libre que haya existido,
sin embargo, en contra de sus perseguidores
dijo:
“No penséis que he venido a desautorizar los libros de la
Ley y de los Profetas.
No he venido a desautorizarlos sino a completarlos”
Si
queremos ser “alguien”, coherentes en vida religiosa-creyente, hemos de aceptar la objetividad de la Vida de Jesús, en quien se ha cumplido la Ley, los Mandamientos universales y las
profecías, por ser Él libremente
obediente.
Pensemos
que fue tentado a vivir otra forma de
mesianismo; como
ejemplo de que todos somos tentados a
vivir el compromiso de la vida desde nuestros sentimientos, nuestras verdades y nuestra subjetividad.
Si
el mismo Dios-con-nosotros ha llegado a ser nuestro Redentor y Salvador
es porque aprendió a ser hombre,
obedeciendo libremente.
Meditemos
su advertencia en nuestro tiempo:
“El que deje de cumplir uno de los mandamientos más
pequeños
y enseñe a los demás a hacer lo mismo,
será tenido como el más pequeño en el Reino de los cielos”
Jesús ha reducido todos los
mandamientos en uno: “Amaos como Yo
os he amado” y es aquí, en
nuestro tiempo, donde se ha establecido este Reino.
Educar
en sentido de libertad indefinida en
su realidad y en arbitrariedad es lograr seres humanos sin voluntad para el compromiso y la fidelidad, que exige la misma condición humana para llegar a ser alguien.
Las
consecuencias las vemos en la vida familiar, social y religiosa.
No
nos sometamos al cumplimiento irracional de
lo instituido social y religiosamente, porque es peor que la arbitrariedad.
Solo desde una educación, que entienda la libertad como obediencia a las exigencias mismas de lo que deseamos ser individual y comunitariamente, por el bien común, dará origen a una sociedad y a una Iglesia corresponsables.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
S. LEÓN III, PAPA
TÚ ERES MI BIEN
Tú eres mi copa,
mi suerte está en tus manos
exultan mis entrañas,
me encanta mi heredad.
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