EL CIELO ES DE LOS QUE
ACEPTAN SU GRATUIDAD
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
1 Reyes 19,9.11-16 |
Salmos 26
Mateo 5,27-32 |
|
DÍA 14 JUNIO CICLO -B
Es cielo donde Dios Es.
No
es juego de palabras, que muy bien lo entendió Sta. Teresa; ni hablar de él es
rebajar el Misterio del Amor divino.
Si
algo podemos decir de Dios es por haber abierto su cielo, que es Espíritu y no ocupa lugar.
De
niños,
los que lo éramos antes, porque a muchos de hoy les prohíben esta necesaria experiencia,
nos preguntaban dónde estaba Dios, a
lo que respondíamos que estaba en el
cielo, en la tierra y en todo lugar. Éramos inocentes, pero no ignorantes.
Sabíamos
y entendíamos lo que ahora los niños no saben porque nadie les explica, les educa y les hace razonar.
Hoy
los niños son sabios para manejar los medios, que los hace instrumentos mecánicos, alejados de la relación humana y, por desgracia, con muy poco saber o nada de
Dios.
Lo
que Dios dice “no es absurdo”. No debemos arrancar nada, sí mirar nuestro corazón.
“Si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtala
y échala lejos de ti”
El
texto de hoy tampoco es exagerado, como decíamos del Evangelio de ayer.
Tenemos
que relacionarlo con la Bienaventuranza:
“Benditos los limpios de corazón porque ellos verán
a Dios”
“Limpios de corazón”.
La
palabra corazón indica la realidad de
todo el ser humano.
· Es
ser limpios en el mirar, sentir, oír, pensar, tocar, desear,
· Desde
una opción de verdad en amor que
trasciende nuestra pobre condición humana.
Sabemos
lo que somos y quiénes somos.
En
la medida que nuestro corazón opta
libremente somos responsables de nuestro buen corazón o de ensuciarlo; de manchar nuestra vida y
la de los demás con nuestro modo de mirar, sentir, pensar…
De
lo que podemos hacer o ser, en
mal, no culpemos a los demás.
Hay
adulterio en muchos aspectos de la vida. Esto
se da en la medida en que falta la
verdad del verdadero amor.
Justificando
las palabras de Jesús no cerremos el adulterio a la relación única del hombre y la mujer, ni
justifiquemos lo que no es verdad apoyados en la ley, porque ésta no da
derecho a tener conductas y actitudes, ni
a exigirlas, donde no hay amor.
¡Qué adulterado es el mundo de la economía,
el mundo del dinero!...
Tampoco
es solo amor el que justifica cualquier acto o actitud. El amor debe estar referido a la Verdad y
no sólo a nuestro entender subjetivo.
La
Verdad nos hace libres, la verdad de nuestra fe que trasciende nuestrasverdades.
En
la tarde de la vida nos examinaran del amor. Lo cual quiere
decir que el Amor es objetivo y debe ser
conocido, creído y amado; no siendo del todo verdad cuando está referido sólo al propio corazón.
¿Quién
conoce el corazón humano?
La
Verdad de Dios,
desde el Amor y no desde la Ley, pone luz a nuestras verdades,
actos y actitudes. Desde ella podemos examinarnos de la verdad de nuestros
pensamientos, actos y actitudes de nuestra vida personal y de nuestra relación
con el prójimo, incluso dentro de las
opciones hechas desde la ley.
Sólo
la Verdad y la fe en ella, pueden liberarnos de adulterar lo más preciado de la vida, que son nuestras relaciones
humanas.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
DIOS FIEL
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